México.- Entrar a La Casa de los Famosos México 3 sin ser una figura ampliamente reconocida en el país podría parecer una desventaja. Para Shiki, sin embargo, representa su prueba más importante.

A diferencia de otros participantes ya confirmados como Facundo, Dalilah Polanco, Olivia Collins o Alexis Ayala, con carreras posicionadas y rostros familiares para el gran público, el conductor español se lanza al juego consciente de que su primer obstáculo será ganarse a una audiencia que aún no le pone cara… ni nombre.

“Este es un programa donde entro a las casas de las familias mexicanas. No forzosamente tengo que caer bien ni lo voy a forzar. Desde mi forma de ser, espero enamorar esa parte de México que no me conoce”, señaló en entrevista con INFOBAE MÉXICO.

Esa presión de construir su lugar desde cero, en un entorno donde muchos ya llegan con seguidores fieles, no lo intimida, pero tampoco la subestima. Reconoce que el reality puede cambiar el rumbo de su carrera… o desdibujarla.

“Me da miedo que algo que haga o diga repercuta mal en mi familia o en mi pareja. No me importa lo que digan de mí, pero no quiero que ellos lo paguen”, confiesa. El miedo a ser “funado”, como él mismo lo dice, está latente. Pero aun así, entra dispuesto a mostrarse tal cual es, sin escudos ni poses.

Shiki conoce perfectamente a México
Con 12 años viviendo en México, asegura que ya conoce bien el tipo de humor y la cultura local, por lo que no teme sentirse fuera de lugar. Sabe que en este tipo de formatos la popularidad importa, pero confía en que su forma de ser le abrirá camino.

“Algo debo tener para que me hayan invitado. No seré el más famoso, pero quiero que me conozcan”.

El influencer europeo se mostró relajado, pero con los pies en la tierra. No tiene miedo a decir lo que piensa, sobre todo cuando se trata de actitudes que no tolera.

“No soporto a la gente que trata mal a los demás solo por tener dinero. Me he peleado por eso más de una vez”.

En cuanto a la convivencia, Shiki tiene claro lo que no le gusta: el desorden. “No soy maniático de la limpieza, pero me gusta que las cosas estén en su lugar. Ya no somos niños”.

Si algo le preocupa del encierro, es cómo manejará la ansiedad. Para eso ya tiene un plan: seguir un consejo de su amiga, la vocalista de María Daniela y su sonido láser.

“Me dijo que cuando me sienta mal, me encierre en el baño y tire tres veces de la cadena. Así me tranquilizo. Suena raro, pero lo voy a hacer”.

Sobre si es manipulable, responde sin dudar que es muy transparente en sus sentimientos, algo que no piensa ocultar durante este encierro que iniciará el 27 de julio por Las Estrellas.

“Soy muy sensible. Si alguien llora, me gana. Pero no me gusta manipular ni que me usen para eso”.

Shiki entra al juego con una maleta llena de ropa nueva, perfumes y algunos “truquitos” para verse fresco, pero sobre todo con la esperanza de que su paso por el programa le abra puertas.

Con información de: infobae

CD/GU