La situación económica y social de Tabasco es muy compleja y enfrenta una crisis que se refleja en el día a día de los tabasqueños, que viven la incertidumbre de la inseguridad y el desempleo, generado el primero por la estridencia de algunos hechos violentos; y el segundo, por el cierre de empresas, al no pagar Petróleos Mexicanos a los proveedores locales.

Este último fenómeno, el desempleo, golpea el ánimo del tabasqueño que no cree a pie juntillas que la inseguridad disminuya, cuando cámaras patronales y de empresas anuncian el cierre de 150 empresas y que otras 300 están en riesgo de suspender sus actividades, si Pemex no paga los 3 mil 800 millones de pesos que debe a proveedores locales.

El presidente de la Coparmex, José María Bastar Camelo, advierte que el incumplimiento de pago de Pemex a proveedores “repercute en toda la cadena productiva y de valor del Estado”, porque subcontratistas y otras empresas locales también dejan de pagar sus deudas a proveedores y las de servicios que tienen.

El presidente de la CANACINTRA, Alejandro Frías Díaz, reveló que hasta mayo se habían perdido cinco mil plazas laborales, porque 500 empresas afiliadas a la CANACINTRA llevaban trece meses sin recibir un pago de Pemex. Por otra parte, el IMSS informó que “de noviembre a diciembre (2024) se perdieron 10 mil 696 plazas formales en el estado”.

Entre tanto, la FIRT Olmeca continúa con su estrategia de brindar seguridad a los tabasqueños, al realizar un diagnóstico de la fuerza policial y mapear el índice delictivo del estado y de Villahermosa, para detener a los cabecillas de organizaciones delictivas y demás generadores de violencia.

Nos escribe el ingeniero Antonio Subiaur Olán para advertirnos que somos injustos con Pemex, porque no reconocemos el impulso que da al desarrollo del estado, y que los gobernantes no han aprovechado la riqueza económica que genera. Ya ampliaremos el tema.

CD/AT