Jul 02, 2025 / 02:00

Dragón de Komodo: el peligroso reptil real que sólo habita en una isla de Asia

Dragón de Komodo: el peligroso reptil real que sólo habita en una isla de Asia

El Dragón de Komodo (Varanus komodoensis) es la especie de lagarto monitor más grande que existe en la Tierra y camina sobre ella desde hace más de 3 millones de años.

La supervivencia de esta especie –cuyos ejemplares pueden llegar a medir hasta 3 metros y pesar 300 kilos– se cree que fue gracias a que se aislaron en zonas insulares de indonesia, especialmente en la isla de Komodo, lugar del que toma su nombre.

Esta especie de varanos son depredadores dominantes, aunque también pueden ser carroñeros. Se les considera animales altamente peligrosos por el armamento natural que cargan, además poseen una inteligencia que caracteriza a los lagartos monitor, la cual usan para acechar a sus presas.

Los Dragones de Komodo usan su astucia para esconderse en la maleza, esperan el momento exacto para desplegar un ataque poderoso en el que pueden alcanzar una velocidad de 20 km/h, sus poderosas patas poseen garras con las que pueden afianzar a la presa y morderlas con sus dientes aserrados, similares a los del tibiurón.

Recientemente la revista Nature reveló que los Dagones de Komodo tienen un recubribiento de hierro en las partes aserradas de los dientes, lo que los convierte en afiladas cuchillas con las que facilmente desprenden la carne de sus víctimas.

Para complementar la intrincada maquinaria predatoria del Dragón de Komodo, la naturaleza lo dotó con un arma biológica. En sus fauces se produce saliva que contiene grandes cantidades de bacterias, las cuales envenenan a las presas hasta matarlas, aproximadamente en 24 horas.

Después de un ataque, el Komodo puede rastrear a su víctima con su complejo sentido del olfato, hasta encontrar el cadaver o esperar pacientemente que finalmente muera.

El Dragón de Komodo inspira investigación de nuevos medicamentos
Los científicos siguen investigando las cualidades del fascinante Dragón de Komodo, recientemente usaron el modelo de las moléculas en la sangre del Komodo las cuales lo protegen de infecciones y de las mordidas tóxicas de otros Komodos.

Usando el modelo del antimicrobiano natural del Komodo, crearon un péptido cintético llamado DRGN-1, el cual está en periodo de prueba y ha demostrado una mejora significativa de cicatrización en heridas no infectadas como infectadas.

En los ensayos el DRGN-1 mostró que estimula el aumento de celulas cicatrizantes, por lo que se postula como un candidato para ser utilizado como tratamiento tópico para curar heridas.

Con información de: El Sol de México

CD/AT

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