Se trata de un ave que ha sido sometida a multitud de experimentos. De todos ellos ha salido victorioso gracias a su privilegiada estructura cerebral

Un ave comúnmente subestimada ha sorprendido a la comunidad científica por su capacidad de resolver problemas con una lógica comparable a la de un menor en edad escolar. Su comportamiento, objeto de diversos estudios, ha revelado una sofisticación mental insólita en el reino animal. Durante años, se ha tendido a relacionar el volumen cerebral con la inteligencia. Sin embargo, el cuervo, perteneciente a la familia de los córvidos, ha desmontado este prejuicio gracias a una sorprendente densidad neuronal que le permite razonar, planificar y tomar decisiones complejas.

Un cerebro pequeño con un rendimiento extraordinario
La clave de esta inteligencia reside en la arquitectura cerebral. Aunque su tamaño es reducido en comparación con el de los mamíferos, el cerebro del cuervo contiene una densidad de neuronas muy superior. Esta disposición permite un procesamiento de la información extremadamente eficiente.

Otro hallazgo asombroso es su habilidad para identificar rostros humanos. Un estudio desarrollado por la Universidad de Washington comprobó que los cuervos no solo recordaban las caras de sus captores, sino que compartían esa información con otros miembros del grupo. Años después, las aves seguían reaccionando ante las mismas personas, aunque no hubiera contacto desde entonces. Esta capacidad para transmitir conocimiento entre generaciones se considera una forma primitiva de cultura animal. Los investigadores constataron que la reacción de alerta y defensa no se limitaba a quienes habían vivido la experiencia, lo que sugiere un sistema de aprendizaje colectivo.

Además de resolver problemas inmediatos, los cuervos son capaces de anticiparse a situaciones futuras. En experimentos anteriores, se ha observado cómo seleccionaban herramientas específicas y las guardaban para utilizarlas al día siguiente, mostrando una sorprendente planificación a medio plazo. No se limitan a usar los instrumentos tal y como los encuentran: los modifican para aumentar su eficacia. Esta habilidad, que implica pensamiento abstracto y representación mental, es extremadamente rara en el reino animal y ha sido documentada solo en algunas especies de primates y elefantes.

Con información de: El Confidencial

CD/AT