Dic 31, 2021 / 12:29

La lealtad en la política

La lealtad, como otros valores humanos, no encajan en una única definición, incluso han cambiado las maneras de entenderla y de asumirla, así hay formas de lealtad que implican fidelidad a los valores morales, a las personas, a los compromisos a través de la palabra y del honor, hasta lealtades más sumisas, complacientes, falsas o simplemente interesadas. La lealtad es compromiso, con uno mismo, con la verdad, con los principios, con las causas que se defienden. La lealtad vale tanto en política como en los demás aspectos de la vida, amistad, pareja, trabajo etcétera.

El tema de la lealtad política se encuentra en íntima conexión con el de la obligación política. Podría decirse, que la lealtad política es el contenido de la obligación política. La obligación política es, desde luego, obligación de obedecer las leyes, pero eso no es lo que la caracteriza específicamente, y ni siquiera es válido referir esa obligación a las leyes, (la Constitución y demás normas básicas de la organización del Estado), porque eso es una obligación jurídica y la obligación política no se agota en los deberes jurídicos. El carácter específico de la obligación política radica en una implicación relacional, en una situación de poder, que debe ser mantenida mediante y en virtud de una recíproca lealtad por parte de cada uno de los elementos de la relación que constituye la unidad política en cuestión.

Algunos teóricos de la política han llegado a afirmar que la lealtad y la gratitud son hermanas siamesas, que caminan entrelazadas para ir forjando una relación donde la envidia, las zancadillas, los intereses y los indignos no pueden entrar. La lealtad no se puede confundir con la sumisión, adoración o adulación. La lealtad debe ir acompañada de la sinceridad.

En nuestra sociedad, a priori, parece que las personas leales, tienen un espacio político mermado en la esfera sociopolítica. Importan menos las ideas, el discurso político se centra más en atacar al oponente. La política, hoy y siempre, es un marco donde conviven múltiples intereses, donde a diario se ponen a prueba las lealtades y juramentos de amistad eterna, pero obviamente, la capacidad de asombro ante las debilidades de la condición humana no tiene límite.

Por último, compartir esta reflexión de Antonio Cánovas del Castillo: “la política es el arte de aplicar en cada época aquella parte del ideal que las circunstancias hacen posible”.

CD/YC

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