Mar 07, 2025 / 15:17

"Carlos Conejo", señor discapacitado de 62 años, cuida en silla de ruedas a 20 perritos; urge vacunarlos y esterilizarlos 📹

Rosalinda Morales

Xalapa, Ver.- Don “Carlos Conejo” como es conocido Martín Miguel Hernández González, un extrabajador rotulador de rutas de autobuses en Xalapa y de la Ciudad de México, alberga en su hogar de la calle Bolivia número 47 de la colonia Francisco I. Madero, frente al estadio Ferrocarrilero, a 20 perritos; de los cuales la mayoría eran propiedad de su tía Juana Gonzalez Pozos que murió en septiembre de 2021 a los 104 años, dejándole un total de 30 perritos, cuando falleció.


Algunos no estaban esterilizados y se reprodujeron, otros han ido muriendo; hoy son 20 y es urgente que sean esterilizados; ya que acaba de nacer hace unos meses una camada de al menos 6 cachorritos a los que urge esterilizar y también vacunar.


Con 62 años, don Carlos trabajó de joven en el servicio público urbano cuando estaba el señor Antioco Fernández estuvo ahí muchos años rotulando las bambalinas de ruta.


Laboró hasta el 2000 y durante 40 años. También estuvo trabajando después en la Ciudad de México.

Desde 2012 está discapacitado porque le dio gangrena en una de sus piernas, por una infección.

Cuando se queda sin dinero pide fiado para las croquetas


Pese a su discapacidad atiende a 20 perritos, que alimenta a diario, a veces pide “fiado” para comprar croquetas, cuando no tiene.


Vive en una casa de más de 80 años que dejó su tía y él como vivió con ella desde niño, se quedó ahí.

Siempre teme que su familia cercana, como primas que viven atrás, quieran quitarle la casa; “a ellas les sirvo más muerto, para quedarse con la casa”, relató.

¿Cómo obtuvo el apodo de "Carlos Conejo"?


El primer perrito que él tuvo ahí en casa de su tía, era rescatado de la calle, se llamaba Conejo, por eso la gente lo llama a él; “Carlos Conejo”.


Acotó que dio en adopción a varios perritos, pero su tía no quería que los diera en adopción y así se fueron quedando con varios.


Él no ha podido esterilizar a los cachorros de un par de meses.


Aunque no quiere darlos en adopción, los cachorros requieren atención y alimentación especial.


Sabe que le es difícil alimentarlos, sin embargo afirma “si yo estuviera solo ya me habría muerto, ellos son mi vida, porque llego, me hacen enojar, les regaño y sí me entienden”, expresó.


Dijo que sí lo ha pensado, pero no está seguro en darlos en adopción.


Lo que pide es ayuda para esterilización de los cachorros y apoyo para vacunación.

Valora dar en adopción a cachorros


Y cuando crezcan un poco más considerará darlos en adopción; pero pide que las familias sean gente que realmente ame a los animales y que de vez en cuando le manden fotos de cómo están creciendo.


Carlos lucha todos los días para subsistir y para cuidar y alimentar a 20 'lomitos', ir a comprarles alimento es toda una odisea, porque su casa no cuenta con una rampa, sino escaleras, que dan a la calle, y él debe arrastrarse por las escaleras para salir con su silla de ruedas, a veces la gente le ayuda y a veces no. Así sale a buscar el sustento diario.


Actualmente vive de una pensión que le da el gobierno federal, porque aunque trabajó desde muy joven, ningún empleo fue formal, no recibió seguridad social, y hoy la pensión por discapacidad del gobierno federal es la única que recibe y de eso sobreviven él y sus 20 animalitos.


“Si no fuera por esa pensión que nos dejó el señor Obrador, yo no sé cómo sobreviviría. Hay días que siento que me quiero morir, pero debo vivir para cuidar a estos perritos”, expresó.


“Ahí adelante está una pollería, a veces si no tengo para alimento les compro pollo (huesitos, higaditos, cabezas) y así los alimento”, narró.

¿Qué pide?


"Carlos Conejo" pidió apoyo para vacunación de sus perritos, alimento, ropa para él porque hace muchos años que usa la misma ropa, pantalón, playeras, zapatos. Además aunque no lo pidió es visible que ocupa una nueva silla de ruedas porque la suya se está rompiendo de la tela del asiento.


También pide apoyo para desyerbar su patio donde tiene a los perritos, porque luego le quieren cobrar hasta mil 500 por la faena. “La gente abusa porque me ven discapacitado”.


Hoy tiene 20 perritos, pero cuando su tía falleció eran 30 en total.

CD/YC

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