Feb 11, 2025 / 03:27

Implante ayuda a pacientes con atrofia muscular espinal

Secuelas de la atrofia muscular espinal pueden ser mitigadas a través del implante, aunque el efecto es solo temporal.

Tres personas con una enfermedad que destruye los músculos y con pronóstico de empeoramiento aumentaron levemente sus fuerzas -fueron capaces de pararse y caminar más fácilmente- cuando un dispositivo implantado les aplicó descargas controladas en la médula espinal. Investigadores informaron sobre lo que llamaron la primera evidencia de que un implante que estimula la columna vertebral que ya se está probando para la parálisis también podría ayudar a enfermedades neurodegenerativas como la atrofia muscular espinal -al restaurar parte de la función muscular, al menos temporalmente.

"Estas personas definitivamente no esperaban una mejoría", dijo Marco Capogrosso, profesor adjunto de la Universidad de Pittsburgh que dirigió la investigación. Sin embargo, durante el estudio piloto de un mes, "estaban mejorando cada vez más".

Enfermedad destructora de origen genético
La atrofia muscular espinal o AME es una enfermedad genética que destruye gradualmente las neuronas motoras, células nerviosas en la médula espinal que controlan los músculos. Eso hace que los músculos se desgasten, especialmente en las piernas, caderas y hombros y, a veces, los que participan en la respiración y la deglución. No tiene cura.

La estimulación de la médula espinal con niveles bajos de electricidad se ha utilizado durante mucho tiempo para tratar el dolor crónico, pero el equipo de Capogrosso también la ha probado para ayudar a personas paralizadas por accidentes cerebrovasculares o lesiones de la médula espinal a mover sus extremidades sin ayuda.

El equipo científico implantó electrodos sobre la médula espinal inferior de tres adultos con AME y probaron su fuerza muscular, fatiga, rango de movimiento y cambios en la marcha y distancia recorrida cuando el dispositivo estaba encendido y cuando estaba apagado. No restableció el movimiento normal, pero con sólo unas pocas horas de estimulación espinal a la semana, todos vieron mejoras rápidas en la fuerza y ​​la función muscular, informaron los investigadores en la revista Nature Medicine.

Los tres participantes aumentaron significativamente la distancia que podían caminar en seis minutos, y uno que inicialmente no podía ponerse de pie desde una posición arrodillada pudo hacerlo al final del estudio, dijo Capogrosso.

La neurocientífica Susan Harkema, que dirigió estudios pioneros sobre estimulación para lesiones de la médula espinal en la Universidad de Louisville, advirtió que el nuevo estudio es pequeño y breve, pero lo calificó como una prueba de concepto importante. "El circuito espinal humano es muy sofisticado, no es sólo un montón de reflejos controlados por el cerebro", dijo Harkema, que ahora trabaja en la Fundación Kessler, una organización sin fines de lucro dedicada a la investigación en rehabilitación. "El estudio es una contribución importante para seguir adelante".

Con información de: DW

CD/WM

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