Ene 27, 2025 / 15:10

El mundo se puede calentar hasta 4 grados más antes de 2100

Pese a los avances en emisiones, seguimos en camino hacia niveles peligrosos de calentamiento global

El calentamiento global es el aumento sostenido de la temperatura promedio de la Tierra debido a gases de efecto invernadero como el CO₂. Este fenómeno está causado por actividades humanas como la quema de combustibles fósiles. El impacto dependerá de cuánto más emitamos y cómo responda el sistema climático a esas emisiones. Recientemente, el planeta ha sobrepasado el límite de 1,5ºC de calentamiento, que se consideraba peligroso y se intentó evitar, pero ahora es inevitable. El problema no se detiene aquí.

Según un análisis basado en más de una docena de estudios recientes, las políticas climáticas actuales probablemente resultarán en un calentamiento global de entre 1,9 y 3,7 °C para 2100, con la posibilidad de que continúe aumentando en el siglo XXII. Zeke Hausfather, un científico climático de Stripe, una empresa que invierte en tecnologías de eliminación de carbono, señala que cada año que seguimos emitiendo dióxido de carbono más allá de 2100, las temperaturas globales seguirán subiendo.

La mayoría de los estudios revisados por Hausfather concluyen que, si seguimos como hasta ahora, el calentamiento más probable estará entre 2,3 y 3 °C para finales de siglo. Sin embargo, al incluir las incertidumbres sobre futuras emisiones humanas y cómo responderá el sistema climático a ellas, el rango se amplía a entre 1,9 y 3,7 °C. Además, hay una pequeña posibilidad, aunque preocupante, de que el calentamiento llegue a los 4,4 °C si no hacemos cambios significativos.

La buena noticia es que las probabilidades de los peores escenarios –como más de 4 °C de calentamiento antes de 2100– son ahora mucho menores. Esto se debe a dos factores: por un lado, algunos de estos escenarios extremos nunca fueron completamente realistas, y por otro, los avances en la reducción de emisiones han contribuido a limitar el crecimiento del uso de combustibles como el carbón. La utilización de este recurso, que históricamente ha sido una de las principales fuentes de emisiones, se ha estabilizado a nivel mundial.

Aun así, no podemos confiar en que las tendencias actuales sean suficientes. Si las políticas climáticas se refuerzan y las innovaciones tecnológicas siguen superando las expectativas, las emisiones futuras podrían reducirse aún más. Sin embargo, existen riesgos asociados a tecnologías emergentes, como la inteligencia artificial (IA). Hausfather advierte que el rápido crecimiento de la IA podría aumentar la demanda energética y las emisiones a corto plazo. Aun así, no cree que el impacto de la IA sea suficiente para alterar significativamente el resultado a finales de siglo, aunque sí podría dificultar la reducción rápida de emisiones.

El panorama general indica que hemos avanzado en la lucha contra el cambio climático, pero todavía queda un largo camino por recorrer para evitar los peores impactos del calentamiento global.

Con información de: QUO

CD/WM

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