Ene 06, 2025 / 09:35

¡Feliz Día de Reyes nenitos!

Los estelares de Estela Baxin

Estela Baxin

Jesús nació en Belén de Judea en los días del rey Herodes. En ese tiempo, llegaron a Jerusalén los Tres Reyes Magos, guiados por una inmensa y brillante estrella que los condujo hasta donde se encontraba el Salvador del mundo.

En enero de 2025, en las calles 5 de Mayo de San Andrés Tuxtla, más de 80 comerciantes semifijos se instalaron para ofrecer los juguetes que los Reyes Magos elegirán como regalos para los niños que esperan ansiosos el 6 de enero, un día de magia e ilusión. Muñecas, juegos de té, carritos pequeños y grandes, muñecos de peluche, ropa, triciclos, zapatos, pelotas, entre otros artículos, adornan las calles.

En la calle de Rascón, una niña de cuatro años, vestida con un traje azul del conocido personaje Superman, junto a su padre, venden juguetes de madera. Estos juguetes tradicionales mexicanos, como yoyos, trenecitos, trompos, carritos de madera y caballitos, son elaborados por artesanos en sus pequeños talleres o en sus casas, lo que genera gran atracción por su diversidad y autenticidad.

El Día de Reyes Magos es también un día de reflexión, un momento para poner en práctica los pensamientos y sentimientos sobre el amor y el cuidado hacia nuestros niños. Los Reyes Magos buscaron a Jesús guiados por la luz de la estrella que los condujo hasta Él. De manera similar, los padres deben ver a sus hijos como la luz más brillante que se les ha regalado, como lo más preciado, para criarlos y educarlos con amor.

Sin embargo, en todo el mundo existen alarmantes cifras de niños desaparecidos, que sufren la ruptura de hogares disfuncionales, que trabajan debido a la orfandad o que han sido víctimas de abuso. Niños que han muerto a causa de golpes propinados por sus propios padres o por las parejas de estos, que, en busca de su “felicidad”, exponen la vida de sus hijos. Niños que se encuentran en hospitales luchando contra enfermedades crueles.

En la historia bíblica, los Reyes Magos eran sabios o astrólogos, pero en contraparte, existía el rey Herodes, quien sentía odio hacia el niño Jesús. La pregunta es: ¿Cuántos Herodes existen en el mundo, causando daño a los niños?

Vivimos en una sociedad de consumo y mercadotecnia. Entre los juguetes, vemos pistolas con dardos, tablets, celulares y otros artículos que no son apropiados para los niños. Todo debe vivirse a su tiempo, para cuidar la fantasía y el amor, y así alejar a los niños de la maldad que existe en el mundo.

Muchos de nosotros, en la inocencia de nuestra niñez, despertábamos en el Día de Reyes buscando los regalos y las huellas del elefante, el caballo y el camello que transportaban a los Reyes Magos para traernos los obsequios. Los Reyes seguían la luz de la estrella, y donde ésta se detenía en el firmamento, señalando una casa, ellos sabían que allí había un niño al que se debía honrar y respetar con amor.

Cada año, en estas fechas, aprovecho para leer algún pasaje de la Biblia y recordar mis clases de periodismo con el Maestro Luis Velázquez Rivera, en aquellos días de universidad. Él nos pedía quincenalmente resúmenes de libros de literatura y, en ocasiones, nos invitaba a leer el libro más antiguo del mundo.

Hace pocos días, mientras leía noticias y veía las cifras de niños lastimados, violados y secuestrados, recordé una canción titulada "Baja Señor". Es una letra muy profunda y significativa, y en esta fecha tan especial, la traje a mi mente. Hace muchos años nació el Salvador, quien quiso cambiar al mundo a través de su sacrificio y muerte.

El Salvador fue un niño amado por sus padres, honrado por los Tres Reyes Magos. Amar a los hijos va más allá de todo lo inimaginable.

Luis Demetrio Traconis Molina, compositor mexicano, escribió "Baja Señor", canción que ha sido interpretada por Alberto Vázquez, y que aquí en San Andrés Tuxtla he escuchado con gusto en la voz de Evangelina Anota. La letra dice así:

"Baja, Señor, a la tierra otra vez, ven a ver lo que han hecho aquellos que Tú enseñaste el amor.
Baja, Señor, este mundo se encuentra peor que la vez que estuviste.
Hoy está lleno de guerras, envidias y corrupción.
De nada valió que te sacrificaras, nada valió que te crucificaran.
Ni con llorar se compone este mundo.
Y al mirar que no tiene remedio, me pongo a rezar...
Padre nuestro que estás en el cielo..."

Con esta columna, quiero dedicar este Día de Reyes a todos los niños que necesitan amor y a aquellos que aún esperan justicia por parte de nuestros gobiernos y quienes hacen las leyes. ¡Feliz Día de Reyes, nenitos!

PD: Si tienes, da.

CD/GU

* Las opiniones y puntos de vista expresadas son responsabilidad exclusiva del autor y no necesariamente reflejan la línea editorial de Cambio Digital.

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