El cáncer infantil es una de las principales causas de mortalidad a nivel mundial, y en Veracruz, esta realidad nos golpea cada día con historias desgarradoras. Hoy, más que nunca, tenemos la obligación de garantizar que cada niña, niño y adolescente que enfrente esta enfermedad reciba la atención digna y oportuna que merecen.

Este 2024, propongo una reforma al artículo 6 de la Constitución Política del Estado de Veracruz para que el Estado garantice, a través de su marco jurídico más alto, la atención integral, inmediata y digna de los niños con cáncer. Esta reforma no es solo un cambio en el texto constitucional; es un compromiso con nuestras niñas, niños y adolescentes, con el pueblo de Veracruz.

Quiero compartir algo muy personal: sé lo que significa ver a un ser querido luchando contra el cáncer. Esta experiencia me ha permitido comprender la profundidad del dolor que enfrentan las familias que, además de lidiar con el sufrimiento de un niño, deben luchar contra la escasez de medicamentos, la falta de infraestructura hospitalaria adecuada y la burocracia que retrasa los tratamientos.

El cáncer infantil no es solo un problema de salud; es un tema de derechos humanos. Cada día que pasa sin que se actúe es un día más que una niña o un niño pierde la oportunidad de una vida plena. En Veracruz, no podemos permitirnos más demoras. Es hora de que el Estado asuma su responsabilidad y priorice la atención de los niños con cáncer.

Esta reforma busca tres cosas clave:

1. Detección temprana: Cada día cuenta en el tratamiento del cáncer. Necesitamos estrategias efectivas para detectar la enfermedad a tiempo.

2. Coordinación efectiva: Es fundamental que las instituciones de salud trabajen de manera unificada para garantizar que las familias no enfrenten solas esta batalla.

3. Acceso a tratamientos de calidad: Todos los niños deben tener acceso a tratamientos oportunos, independientemente de su situación económica o lugar de residencia.

Veracruz debe mirar hacia adelante, aprender de los estados que ya han legislado en esta materia, como Jalisco y Nuevo León, y hacer de la atención del cáncer infantil una prioridad. Las historias de familias que han tenido que vender todo lo que tienen para poder comprar los medicamentos necesarios son una vergüenza para nuestra sociedad.

El cáncer no espera. No podemos esperar más. A través de esta reforma, busco que el Estado se haga responsable de la vida de cada niña y niño que enfrente esta enfermedad, porque todos merecen la oportunidad de vivir.

Debemos luchar por un Veracruz más justo, en el que cada niña y niño tenga acceso a lo que es su derecho: una atención médica integral, oportuna y de calidad. Esta reforma no es una cuestión de ideologías, es una cuestión de humanidad.

El reto es grande, pero la voluntad política puede hacer la diferencia. Invito a mis compañeras y compañeros Diputados a que sumemos esfuerzos y pongamos a nuestras niñas y niños en el centro de nuestras prioridades.

Porque la vida de nuestras niñas, niños y adolescentes, debe ser lo más importante, aquí tienes Una Alteña legislando contigo desde el Congreso del Estado.

CD/YC