A propósito del falso e ignorante debate de la visión de contrapesos en la división de poderes de las repúblicas democráticas.

“Hemos nacido muertos y,
durante largo tiempo,
no hemos sido engendrados por padres vivos,
cosa que nos agrada cada vez más.
Le estamos tomando gusto.
Pronto inventaremos la manera de nacer de una idea.”

Fiodor M. Dostoievski

La lucha por el poder no tiene ni ética ni racionalidad, hay una argucia de la pulsión narcisista que usa incluso a la razón para hacerse escuchar, para imponer sus falsas coordenadas conceptuales y epistémicas, decía, Tomas Mann, “a Freud les vale “esa concepción, es decir, la constatación de que el intelecto está ahí para agradar a la voluntad, para justificarla, para proporcionarles motivos”, al final de cuentas, la razón no siempre se impone a la voluntad ni mucho menos nos permite desvelar los misterios del mundo externo como interno del hombre, reduciendo a que la oscuridad de la caverna sea mejor que la luz de la razón (Platón).

La manera en que hemos configurado la vida en sociedad no pueda estar exenta de la omnipresencia del poder puro sin gota de humanidad, salvaje se presenta, dejando regueros de cuerpos putrefactos, escenas estrambóticas de políticos dizque profesionales, que a fuerza del sonido de la voz buscan que se imponga una supuesta razón. Las ciencias políticas en esta eran del vacío busca entre la basura de la historia formas, razones, modas, sentencias que vuelvan ilustre la inmundicia de la condición humana.

Hace mucho tiempo se desveló que esa creencia del imperio de la razón y la civilidad humana no eran más que ficciones que esgrimían los fuertes (ascetas), vueltos los hombres del poder, hordas primitivas que dejaron hace mucho tiempo los buenos modales, porque lo real escupía los rostros de los ingenuos modernos, la posmodernidad en su descripción incrédula del hombre inconsciente, pulsional violento y sexual no pudo articular nuevas teorías del hombre y lo público, una nueva narrativa del hombre, así que Maquiavelo, Nietzsche, Marx y Freud se levantan como los únicos que no se dejaron seducir por las luces de la ilustración platónica-aristotélica.

Aunque Morin intentaba decirnos que la visión dualista bidimensional de la verdad no era suficiente para hablar del hombre y sus verdades, pues lo inconsciente, la voluntad y la plusvalía reducían a simpleza nuestra condición humana, y la complejidad se topaba con los santuarios del principio de contradicción heracliteana y la superación de los contrarios hegeliana.

Hacía dónde apunta el estudio de lo público y la vida del hombre en sociedad, si tenemos enfrente epistemologías que sirven para la ciencias físicas pero no para las ciencias humanas, psíquicas y espirituales, por eso los intelectuales no tiene cabida en el mundo todavía dominado por los científicos, aunque como he dicho, no sirva su lógica para hablar del hombre, ese animal con débiles sentidos, que nace prematuramente y tiene una larga infancia, periodo sin lenguaje, in-fante (el sin palabras), y que troquelado por “el otro” su vida es una larga lucha por individualizarse, y cuando lo logra, la muerte llega para arrebatarle la única verdad que le pertenece, su propia muerte.

Más que nunca el día de hoy vemos la vulnerabilidad de esa configuración alegre ilustrada, cuando creíamos que las guerras eran por la supremacía evolutiva, que implicaba perfeccionamiento de nuestra capacidad de sobrevivencia, pero no auto destrucción, confirmando lo que Hobbes y Freud nos había advertido que “el hombre es el lobo del hombre”, siendo nosotros mismos nuestra propia fuente de displacer y amenaza latente de auto destrucción, quién puede entender ahora el discurso de Zelenski encima de montones de “compatriotas” muertos, justificar sus muertes en nombre de “la democracia”, “la libertad” y “el estado nacional”, y pedir más armas a los EEUU para continuar la guerra, y, ante el triunfo de Trump, dejar su destino al espíritu santo. O ver a Natanyahun apelar a la interpretación de las sagradas escrituras para seguir perpetrando el genocidio palestino.

Pero, si como mexicanos vemos lo que ocurre en nuestro suelo, no debemos asustarnos ver los dogmas, la ignorancia y la desesperación adueñarse de cuerpos que articulan estupideces, puesto, si bien es cierto, estamos construyendo la nueva configuración de la mexicanidad, y esto se ubica en un proceso, también es cierto, que hay un grupúsculo de lo que queda de la casta política que dominó la vida pública de los mexicanos los últimos más de 100 años, hasta que cayeron de la gracia por sus actos corruptos y la responsabilidad de la degeneración del poder y la perdida del sentido de pertenecía como mexicanos en el mundo.

El hechizo del lenguaje, o los juegos del lenguaje, implican significados y significantes, ahí se ponen en juego la misma condición humana en su dimensión racional, si sabemos jugar el lenguaje y vivir con el cuerpo esos significantes seguros podemos recuperar cierto sentido de vida social, si no, la entropía se hará cargo que nuestra energía psíquica nos lleve al no-ser.

Un ejemplo bastara para ilustrar lo destructivo que puede ser el juego de lenguajes: en fechas recientes México ha vivido una transición hacia nuevos paradigmas de lo público, contradiciendo el perverso camino en que nos puso el predominio de la narrativa ilustrada de los ascetas o los ganadores de la 2ª Guerra Mundial, los de la piel blanca, barbaros venidos beatos y santos, civilizadores de los impíos y de los revolucionarios comunistas, presentificados por el imperio de los EEUU y sus aliados, y esto es mucho que decir para nosotros los mexicanos, nacidos a un lado de los del poder mundial, quienes no tan sólo nos dictan lo que es bueno y malo, sino incluso, a quienes acuden la derecha rancia e ignorante mexicano a acusar de maltrato por parte de los morenos venidos al poder público, casi literal, si sólo una clase política y social tiene derecho del poder y vivir bien, esto me recuerda cuando el PP perdió el poder y su dirigente Mariano Rajoy voltea a ver a un “facha” podemista (del partidos político español Podemos) con sus rastas caminar por el hemiciclo del congreso de los diputados (1), y con su mirada decir, “que haces tu aquí como diputado, si este lugar es para nuestra clase”.

La élite política y económica que controlaba a México todavía no aceptan que perdieron el poder político y público, y, de trinchera en trinchera se pertrechan para tratar de volver “al pinche poder”, al perder el poder con AMLO y su partido político que creó, MORENA, nunca han asumido su mea culpa, y, en shock han caminado sobre campos minados, perdiendo batallas tras batallas, sus baluartes o trincheras han caído, la supuesta sociedad civil, que de “civil” no tiene nada, después el IVAI y el INE, que por cierto, éste último ¡si se tocó!, y terminaron por perder su influencia en esos organismos supuestos descentralizados y autónomos, y, después de perder la última elección presidencial, y el congreso de los diputados, y la mayoría de las diputaciones locales y gubernaturas, y sin tiempo de hacer una auto critica, se agarraron al último clavo ardiente que les quedaba, y muy quemados han reducido su critica al gobierno actual morenista de Claudia Sheinbaum Pardo de querer destruir la democracia por reformar al corrupto Poder Judicial, argumentado que el último contrapeso ha caído y que por eso México se dirige hacia un sistema autoritario y dictatorial, olvidándose que el mejor ejemplo de un régimen pseudo democrático y autoritario fueron los gobiernos PRIANISTAS, donde el presidencialismo se ejercía con absoluta autoridad, los demás poderes no existían, y cada 6 años como un Faraón egipcio o Tlatoani el nuevo presidente hacia su recorrido triunfal para que los mundanos mexicanos pudiéramos verlo y aplaudirle.

Tener una visión e imagen de la división de poderes de una república democrática cómo poderes contrapuestos, y que cada uno es un contrapeso del otro, en nada tiene que ver con la visión ilustrada de la república democrática, estos poderes en lugar de ser contrapesos son las partes de un todo, que es el estado y la sociedad, su organización política se da por la función que cada uno tiene, y así, el Poder Ejecutivo, ejecuta las política pública para la buena gobernanza y gobernabilidad, el Poder Legislativo, legisla las leyes para organizar la vida en sociedad y el estado de derecho que permite la cohesión social, y el Poder Judicial, vigila que el estado sea el único que pueda ejercer la violencia y castiga las trasgresiones al estado de derecho. Me gustaría que nos dijeran esa oposición pobre y apátrida dónde leyeron que los poderes de la república democrática son entidades paranoicas que se cuidan mutuamente, y que cada una es el contrapeso de la otra.

Mientras muchos estamos trabajando en contribuir al proceso de consolidación de la 4ª Transformación pacífica de México hacia estados de gobernabilidad, gobernanza y políticas que permitan crear un sistema económico y político que resuelva los graves problemas que aún vive la sociedad mexicana, pese a los avances significativos del gobierno del expresidente Obrador y del nuevo gobierno morenista de la Dra. Claudia Sheinbaum Pardo, otros como la pobre e ignorante oposición le pide al nuevo presidente de los EEUU Donal Trump que envié a su ejército a atrapar a los narcos aunque las ciudades de los estadounidenses consuman más drogan provocando una demanda de ese mercado demencial, o, aplaudan al esquizoide presidente de Argentina y lo hagan su nuevo paladín del conservadurismo aunque siga empobreciendo por su dolarización a los argentinos, o envíen cartas para pedirles perdón al decrepito rey de España por no pedir perdón por genocidio hecho en la colonia contra nuestros originarios, o, no entiendan las teorías políticas ilustradas, o, hagan del congreso del congreso legislativo federal un set de pasarela narcisista de una psicótica recomendada del azteco televisivo, oposición ignorantes que el reto implica un solo frente, y el verdadero contrapeso está afuera con los reacomodos geopolíticos, y adentro, con los canceres de la violencia y la pobreza que aun indignan a la propia democracia, y entiendan que la absoluta pacificación de México no se dará con la invasión del ejercito estadounidense sino con la acción decidida de todos los mexicanos, así como el reto de la justa y democrática redistribución de las riquezas que permita que esa pequeña élite económica que detenta más del 50% del Producto Interno Bruto de las riquezas de México se reduzca para la eliminación absoluta de la pobreza, y que la clase media sea la mayoritaria, no una minoría como actualmente lo es.

Así que mientras otros siguen atrapados en una visión de sojuzgamiento colonial e imperial, la mayoría de los mexicanos aprueban la apuesta por el humanismo mexicano y económico como las tesis políticas desde donde se cimenta la 4ª T. pacífica de México, esto incluye reformas estructurales de gran calado como la reforma democrática del Poder Judicial, entre otras.

El purito teórico de las ciencias políticas apelan a que la democracia necesita de la pluralidad, pero esto no es una condición ni necesaria ni suficiente, puesto que la degeneración del poder político y la crisis pública que trajo esa dictadura pseudo democrática casi perfecta que encabezaron los PRIANISTAS, el corrompido cuarto poder (los medios de comunicación) y la pequeña élite económica que siempre ha salido indemne de todo cambio político y social de México, necesitan de una mayoría absoluta, y si hay oposición tiene que asumir otra posición política, ni el conservadurismo ni la derecha apátrida tienen cabida en estos momentos trascendentales que vive México, así que habiendo caído su última trinchera, la defensa de la élite dorada del PJ, la oposición tiene una disyuntiva, o asumen la necesaria 4ª T. pacífica de México o la muerte política.

Noviembre de 2024.

(1) https://lalineadefuego.info/espana-se-obsesiona-con-alberto-rodriguez-el-diputado-de-las-rastas/

CD/YC