Oct 13, 2024 / 01:10

¿Es falsa la teoría de que Colón trajo la sífilis a Europa?

España.- En 1495, una enfermedad desconocida y devastadora arrasó Europa, afectando a millones de personas y dejando cicatrices profundas en la sociedad de la época. Esta nueva plaga se caracterizaba por fiebres, llagas dolorosas y deformaciones corporales, una imagen que horrorizaba a los médicos y ciudadanos por igual. La enfermedad, a la que llamaron "Mal Francés" o "Gran Viruela", más tarde sería identificada como sífilis. Hasta hace poco, la versión más aceptada por historiadores y científicos era que la tripulación de Cristóbal Colón había introducido la sífilis en Europa tras regresar del Nuevo Mundo en 1493. Sin embargo, nuevas investigaciones genéticas y el análisis de restos humanos antiguos están poniendo en duda esta teoría, sugiriendo que el origen de la enfermedad podría ser más complejo de lo que se creía.

Por más de cinco siglos, se ha sostenido la hipótesis de que Cristóbal Colón y sus marineros trajeron la sífilis a Europa. El regreso de la tripulación desde las Américas en 1493 coincide históricamente con la aparición del primer brote significativo de sífilis en Europa, que se desató en 1495 en Italia, afectando principalmente a las tropas del rey francés Carlos VIII durante una campaña militar en Nápoles.

La infección se extendió rápidamente por todo el continente, causando una epidemia sin precedentes que se cobró la vida de aproximadamente cinco millones de personas en las siguientes décadas.

La hipótesis de Colón como "portador involuntario" de la sífilis parecía encajar perfectamente con los hechos históricos y geográficos: la tripulación había estado en contacto con poblaciones indígenas en América, donde se pensaba que la enfermedad podía haber existido en formas no venéreas.

Además, los marineros que regresaron de las Américas podrían haberse integrado a los ejércitos europeos, favoreciendo la rápida expansión del mal. Sin embargo, esta narrativa "perfecta" ha comenzado a desmoronarse ante los recientes avances científicos.

Uno de los puntos más importantes en el debate sobre el origen de la sífilis ha sido el análisis del ADN de restos humanos antiguos. Hace unos años, un equipo de investigadores del Instituto de Medicina Evolutiva de la Universidad de Zúrich, en colaboración con la Universidad de Basilea, llevó a cabo diferentes análisis genéticos en huesos de individuos que vivieron en Europa antes de la llegada de Colón. Estos estudios revelaron algo sorprendente: ADN de la bacteria Treponema pallidum, el patógeno responsable de la sífilis, y de otros subtipos relacionados, ya estaba presente en Europa antes del regreso de la tripulación de Colón.

En concreto, restos humanos hallados en Finlandia, Estonia y los Países Bajos, datados de antes de 1493, mostraron rastros de Treponema. Esto sugiere que enfermedades similares a la sífilis ya existían en el Viejo Mundo mucho antes de que la expedición de Colón regresara. Aunque el tipo exacto de treponematosis que afectaba a estos individuos no era necesariamente venéreo, sí podría haber mutado para convertirse en lo que hoy conocemos como sífilis. Este hallazgo debilitaría la teoría de que Colón y su tripulación fueran los responsables de la introducción de la enfermedad en Europa.

¿Mutaciones locales o importación desde el Nuevo Mundo?
El descubrimiento de ADN antiguo no sólo plantea la posibilidad de que la sífilis o sus formas antecesoras ya existieran en Europa antes del contacto con América, sino que también cuestiona si el brote de 1495 fue realmente una "enfermedad nueva".

Si bien la bacteria Treponema pallidum puede haber estado presente en Europa, el tipo de sífilis venérea, que es la forma más grave y la que causó estragos en la Europa renacentista, podría haber sido el resultado de una mutación local. Algunos científicos creen que, aunque las versiones no venéreas como el bejel o la frambesia (ambas causadas por diferentes cepas de Treponema) ya existían, las condiciones sociales y genéticas en Europa pudieron haber permitido que la sífilis venérea emergiera de estas cepas preexistentes.

Un estudio publicado a principios de este año de la misma Universidad de Zúrich, en colaboración con otras instituciones, reforzó esta idea. Los investigadores analizaron los restos de 99 individuos enterrados hace 2.000 años en la costa brasileña y descubrieron que, aunque algunas de las formas de treponematosis existían en América desde tiempos antiguos, no encontraron evidencia directa de la sífilis venérea en esos restos.

Según Verena Schünemann, una de las autoras principales del estudio, estos resultados sugieren que "el escenario en el que Colón trajo la sífilis venérea a Europa parece cada vez más improbable". Esto dejaría la puerta abierta a la posibilidad de que la enfermedad hubiera estado evolucionando en Europa antes del contacto transatlántico, o que al menos haya habido una interacción más compleja entre las cepas europeas y americanas de Treponema.

Sin embargo, este panorama ha adquirido nuevos matices con la advertencia publicada el 7 de octubre de 2024 en Nature, donde se indica, mediante una "nota del editor", que existen preocupaciones sobre los datos y las conclusiones de uno de los estudios clave en este debate. Aunque no se han revelado detalles, la comunidad científica ha tomado nota, y se espera que se lleven a cabo nuevas revisiones para determinar la validez de los hallazgos.

Los desafíos de definir el origen de la sífilis
Aunque el análisis de ADN antiguo ha brindado nuevas perspectivas, la cuestión del origen de la sífilis sigue siendo objeto de un acalorado debate. Parte de la dificultad radica en las similitudes entre las diversas enfermedades causadas por Treponema pallidum, que incluyen la sífilis venérea, el bejel y la frambesia.

Estos tipos de infecciones se transmiten de manera diferente (la sífilis venérea se contagia por contacto sexual, mientras que el bejel y la frambesia se transmiten principalmente por contacto piel a piel), pero pueden dejar huellas similares en los restos óseos. Esta ambigüedad dificulta que los arqueólogos y paleontólogos puedan identificar con certeza qué tipo de enfermedad afectó a un individuo determinado hace siglos.

Además, el hecho de que diferentes formas de treponematosis puedan haber existido en distintas partes del mundo durante milenios plantea una pregunta intrigante: ¿cómo y por qué algunas cepas se volvieron más agresivas y se diseminaron con tanta rapidez en un momento dado? Es posible que factores sociales, como la guerra y la migración masiva, junto con mutaciones biológicas, hayan jugado un papel crucial en la aparición de la pandemia de sífilis en Europa.

¿Una enfermedad mundial desde tiempos remotos?
Los estudios genéticos también han revelado que las treponematosis, en sus diversas formas, no se limitaban ni a Europa ni a América. Existen evidencias de estas infecciones en África y Asia, lo que sugiere que Treponema pallidum ha estado acompañando a los humanos a lo largo de su historia evolutiva, adaptándose a diferentes entornos y culturas. Algunos investigadores creen que la sífilis, o al menos sus precursores, podrían haberse extendido a través de rutas comerciales o migratorias desde Asia o África hasta Europa y América, mucho antes de que Colón pusiera un pie en el Nuevo Mundo.

De esta manera, la teoría multirregional, que sugiere un origen más antiguo y disperso de las treponematosis, está ganando terreno entre algunos académicos. Esta hipótesis implica que la enfermedad podría haberse desarrollado de forma simultánea en diferentes regiones del mundo, lo que explicaría las variantes observadas en Europa, África y América.

¿Es Colón realmente el culpable?
El veredicto aún no está claro. La evidencia genética reciente sugiere que Cristóbal Colón y su tripulación pueden no haber sido responsables de la introducción de la sífilis en Europa, pero la controversia sobre los datos recientes introduce más dudas en este debate. Mientras tanto, parece probable que la pandemia de sífilis que devastó a Europa en el siglo XV fuera producto de una interacción compleja entre cepas bacterianas preexistentes y nuevas condiciones sociales.

Con los estudios genéticos bajo revisión, la búsqueda de respuestas sobre el verdadero origen de la sífilis continúa, y la historia de esta enfermedad, que ha afectado a millones de personas a lo largo de los siglos, sigue siendo un campo abierto a nuevos descubrimientos.

Con información de: Muy Interesante

CD/NR

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