Ago 29, 2024 / 09:16

Adoptar una actitud razonable frente a la mentira en política

Adoptar una actitud razonable frente a la mentira en política es sorprendentemente difícil. Por un lado, la animadversión que producen ciertas figuras políticas puede provocar una percepción exagerada de la frecuencia con la que los políticos mienten y del reproche que merecen cuando lo hacen. Por otro lado, el rechazo que produce la imagen de que las decisiones políticas dependen de las escaramuzas entre agentes dedicados a perseguir su propio interés puede llevarnos a conceder que la moral no aplica a la política.


Mentir es un verbo de conducta, mientras que engañar es verbo de resultado. Esto significa que, para mentir, basta con que el hablante dirija el enunciado falso a otra persona o personas, mientras que, para engañar, es necesario que, además del despliegue de la maniobra engañosa, la víctima resulte efectivamente engañada.

CD/GU

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