Hace unos días un dirigente de los trabajadores de la industria gastronómica declaró que cada fin de semana en Veracruz es como si fuera un “puente” vacacional. Es mucha derrama económica la que dejan los turistas nacionales, los hoteles llenos, los restaurantes llenos, los centros comerciales llenos, todos ganan, ganan los dueños de los negocios, los meseros y los turistas.

Este beneficio es porque la zona de Acapulco Diamante es la que tiene más retraso en su reconstrucción, resultado de las trabas que pone el municipio de Acapulco que preside Abelina López.

Hace unos meses hubo denuncias por el cobro de 500 mil pesos por los permisos de reconstrucción de departamentos y casas dañadas por el huracán Otis. Ahora es público que esto es resultado de una red de extorsión que ya conocen en Acapulco como el Cartel Inmobiliario de Acapulco, por la cantidad de gestiones que realizan sobre construcciones en el municipio. El personaje que opera los fraudes inmobiliarios es el abogado Gastón Israel Atri, quien presume tener su centro de operaciones en los exclusivos departamentos Villa Alejandra que están ubicados en Playa Guitarrón, donde es vecino de personajes muy importantes lo protegen. Seguro de la impunidad que tiene en Guerrero, se dedica a defraudar a inversionistas.

Boca del Río es el municipio junto con el de Tuxpan que más turistas reciben del altiplano. No hay que dar por descartado a Alvarado que poco a poco va creciendo en la Riviera y en unos años más va ser el punto de reactivación de la industria turística.

CD/YC