Jul 29, 2024 / 09:10

Deben ser elegidos con ética servidores públicos

Por si estaban con el pendiente esta semana la gobernadora electa de Veracruz, ingeniera Rocío Nahle, dará a conocer un par de nombres de nuevos funcionarios que invitó a formar parte de su equipo de trabajo para la administración 2024-2030.

Uno de esos “encargos” se trata de un veracruzano ejemplar, conocedor del área, profesional, trabajador y más detalles se esperan la semana que hoy comienza.

El código de ética es posible que poco sea tomado en cuenta para la designación de los servidores públicos.

Es muy fácil llegar a un cargo público, pero debe ser doble responsabilidad asumirla. Algunos solo han de querer probar las mieles del triunfo y luego hacer como que trabajan, pero eso va en detrimento del equipo, de un todo, de excelentes funcionarios que dejen huellas positivas.

Deben tomar en cuenta el acuerdo con los principios constitucionales que todo servidor público debe observar en el desempeño de su empleo, cargo, comisión o función son los siguientes:

Legalidad. Los servidores públicos hacen sólo aquello que las normas expresamente les confieren y en todo momento someten su actuación a las facultades que las leyes, reglamentos y demás disposiciones jurídicas atribuyen a su empleo, cargo, o comisión, por lo que conocen y cumplen las disposiciones que regulan el ejercicio de sus funciones, facultades y atribuciones.

Honradez. Los servidores públicos se conducen con rectitud sin utilizar su empleo, cargo o comisión para obtener o pretender obtener algún beneficio, provecho o ventaja personal o a favor de terceros, ni buscan o aceptan compensaciones, prestaciones, dádivas, obsequios o regalos de cualquier persona u organización, debido a que están conscientes que ello compromete sus funciones y que el ejercicio de cualquier cargo público implica un alto sentido de austeridad y vocación de servicio.

Lealtad. Los servidores públicos corresponden a la confianza que el Estado les ha conferido; tienen una vocación absoluta de servicio a la sociedad, y satisfacen el interés superior de las necesidades colectivas por encima de intereses particulares, personales o ajenos al interés general y bienestar de la población.

Imparcialidad. Los servidores públicos dan a los ciudadanos y a la población en general el mismo trato, no conceden privilegios o preferencias a organizaciones o personas, ni permiten que influencias, intereses o prejuicios indebidos afecten su compromiso para tomar decisiones o ejercer sus funciones de manera objetiva.

Eficiencia. Los servidores públicos actúan conforme a una cultura de servicio orientada al logro de resultados, procurando en todo momento un mejor desempeño de sus funciones a fin de alcanzar las metas institucionales según sus responsabilidades y mediante el uso responsable y claro de los recursos públicos, eliminando cualquier ostentación y discrecionalidad indebida en su aplicación.

CD/YC

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