Jul 11, 2024 / 09:00

Buscan a honestos en el gabinete

¿Hasta dónde se va privilegiar la honestidad en la designación de los titulares en las secretarías de Seguridad Pública e Infraestructura y Obras Públicas?

Trascendió que el nuevo secretario de Seguridad Publica será un marino. ¿Y el origen del titular de la SIOP?

No habrá consenso en las cámaras de la CMIC sino en forma directa la designación correrá a cargo de la gobernadora electa, Rocío Nahle.

En la designación del nuevo secretario de Infraestructura y Obras Públicas debe considerarse como prioridad la honestidad, no basta con el beneficio de la duda o la curva de aprendizaje.

Hay constructores veracruzanos que llenan a carta cabal esos requisitos. En las siguientes horas habrá señales.

Hay constructores que andan de busca chambas para llenarse los bolsillos, otros no andan tras un ofrecimiento, pero pasar la prueba de fuego y ojalá sean tomados en cuenta por el bien de Veracruz.

La honestidad en la política no debe solo ser aplaudida como virtud, sino exigida como requisito. Son muchos los que piensan que la política es sinónimo de corrupción, de mentira y de demagogia. Creen que la ética y la política son irreconciliables. De ahí que detestan todo compromiso de tipo político.

En primer lugar, habría que hacer una distinción entre política en general y política partidista. Con frecuencia, cuando se critica con actitud y dureza esas opiniones están dirigidas a la actividad noble.

Para muchos, la opción política es pura ambición, con ansias desmedidas de rápido enriquecimiento a través de continuas manipulaciones.

De ahí que muchas personas crean que, en la práctica, es imposible ser político y, a la vez, ser honesto. Por otro lado, en la actualidad la corrupción ha tomado "carta de ciudadanía" ya que aún persisten casos de "cultura de la corrupción".

Muchos de los políticos pretenden esconder sus mañas corruptas bajo el término ambiguo de "realismo político" pretendiendo justificar cualquier medio con tal de obtener sus objetivos.

Algunos llegan a pensar que existen dos clases de ética, una para el común de los mortales y otra, mucho más amplia y ambigua, para los políticos.

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, se refirió a la transparencia que requiere ejercer un cargo público y destacó que si hay una profesión “honesta”, “es la de político”.

A pesar de la transparencia que sostiene que existe, hay que reconocer que gran parte de la sociedad descree de la honestidad de quienes ocupan estos cargos. “Es normal crear la imagen de que los políticos son todos unos ladrones. Eso está muy extendido entre la gente”, dijo. Es por ello que resaltó la importancia de que los funcionarios “aprendan a defenderse” de estas acusaciones.

El político merece que le griten. “Muchas veces, todo el mundo lo sabe, pero cuando metes a todo el mundo en una caja y no puedes diferenciar quién es quién, ocurre algo malo.

Hay que estar pendiente para voltear la tortilla que se quema.

CD/YC

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