May 21, 2024 / 10:08

No se peleen por la política

***¿Qué hacer para evitar situaciones incómodas ocasionadas por la guerra político partidista? Ignorar provocaciones, aunque provengan de familiares o amigos.

Identificar cuando el ambiente se esté poniendo caldeado. Aceptar que no todos tienen las mismas creencias políticas. Respetar a quien piensa diferente. Evitar los insultos y palabras soeces. No contestar improperios en las redes sociales y si es posible, alejarse de la web hasta que culmine el proceso eleccionario.

No burlarse de aquellos que se niegan a un cambio. Recuerde que la familia va por encima de cualquier contienda partidista.

Sin lugar a dudas, la política despierta pasiones y aunque lo ideal sería el debate de ideas, la contienda genera malestares que muchas veces trastocan el ambiente familiar.

Para salir airoso de situaciones que promuevan discusiones hostiles, es imprescindible reconocer cuándo ignorar ciertas provocaciones. Aunque provengan de seres queridos, sean familia o amigos.

Esto, además de alejarse de personas que están enajenadas de la realidad, anteponiendo el fanatismo partidista sobre los lazos que nos unen como sociedad, en vías de elegir a los mejores candidatos para dirigir las riendas del país.

Con las elecciones a la vuelta de la esquina, este es uno de esos momentos en los que las discusiones sobre política se vuelven omnipresentes. Las opiniones y los temas de agenda están a flor de piel y los comentarios de los candidatos abren el espacio de debate a nivel de la sociedad. Pero hay que distinguir lo que constituye un intercambio saludable y respetuoso de ideas, incluso cuando estas puedan ser diametralmente opuestas, de las discusiones que ejercen una tensión entre las personas involucradas. Este tipo de discusiones, cuando se vuelven personales, pueden convertirse en intercambios de ataques sin un hilo conductor real.

Otras emociones con gran capacidad de movilización son la ira y la esperanza. Las crisis políticas tienen como resultado, muchas veces, este tipo de sensaciones, que transforman y pueden radicalizar a las personas a nivel colectivo, pero también individual. Estas son situaciones que se dan en la agenda pública, pero dicha agenda pública también está presente en el contexto privado. En los lugares de ocio y en los hogares se discutirá sobre la vida política y, por tanto, se activarán emociones acordes a dichas discusiones.

Si usted identifica estas o cualquiera otra situación que abone a un ambiente caldeado por creencias o simpatías político partidistas, sepa que luego del 2 de junio, la familia permanecerá y no vale la pena enemistarse por cosas que al final, le quitarán tranquilidad.

CD/YC

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