Cantinflas

Por cuestiones de salud, para auxiliar a una persona se tuvo la necesidad de acudir a lo que se ha llamado popularmente, durante muchos años, Hospital General, ubicado en la avenida 20 de noviembre de la ciudad de Veracruz; después alojó las instalaciones del Seguro Popular, posteriormente cambió a INSABI, y, actualmente es el IMSS Bienestar.

El padecimiento del aquejado era una urgencia menor de dolores abdominales. Ante la multitud de gente que acampa afuera del edificio, dijo el enfermo, “mejor vámonos, hay mucha gente”, a lo que se le explicó que esa gente solo estaba pendiente de sus familiares internados.

Al llegar a la entrada principal se le pidió al policía el acceso y de forma amable indicó la puerta de urgencias. Ya, en esa entrada hay una caseta de información con dos agentes de seguridad privada que solo preguntaron qué adónde queríamos dirigirnos a lo que brevemente se les dijo que se requería, atención médica y, con amabilidad abrieron el paso.

Lo primero que agradó al entrar, fue un potente aire acondicionado que casi de forma inmediata quitó el calor que se traía del exterior. Al recorrer con la mirada toda el área de recepción, se notaron unos buenos asientos cromados y espacios muy limpios, libres de malos olores. Se pensó que por ser una urgencia sentida se iba a requerir horas de espera. Sin embargo, a los cinco minutos de permanecer sentados se acercó una amable dama con uniforme con los logos de la Secretaría de Salud de Veracruz (SESVER) y con libreta en mano, preguntó, “¿en qué le podemos servir?”; a lo que se le respondió que se requería atención médica por los dolores en el abdomen del afectado.

Acto seguido pidió la identificación o INE y contestó: “en unos momentos la vienen a valorar”. Otra vez se contempló que pasaría mucho tiempo para pasar a consulta. Pero, ¡vaya sorpresa!, a los 10 minutos un médico con su estetoscopio al cuello y jalando un moderno módulo con ruedas, que se percibía nuevo, que incluye todo lo necesario para tomar signos vitales, desde termómetro digital, dispositivo para tomar ritmo cardiaco y medir la oxigenación en la sangre. Después, el galeno enfundado en un scrub azul dijo que en breves momentos se le llamaría en el consultorio tres con la doctora que se le había asignado.

De igual forma no pasaron más de 15 minutos cuando anunciaron al paciente y, ya, en el interior, con los datos del médico de primer contacto, comenzó el interrogatorio clínico. Posterior a la entrevista, con un diagnóstico preliminar se procedió a aplicar una inyección para calmar el dolor y se le prescribió una receta que incluía tres medicamentos. Para finalizar la doctora explicó que, la receta se la surtirían en la farmacia del nosocomio.

Lo último, dicho por la doctora causó asombro; de que las cápsulas recetadas serían gratuitas. “hasta no ver no creer”, se pensó. En efecto se validaron datos del enfermo en el área administrativa y se pasó a recoger el paquete de cajas de pastillas a la farmacia ubicada en el primer piso al fondo a la izquierda.

El anterior relato, real, no pretende ser parte de una muestra representativa, porque nunca se pensó en hacer una “croniquita”, ni mucho menos un estudio con datos estadísticos de esos que hasta marean, ni desarrollar algún género periodístico para describir pomposamente los logros en salud del actual gobierno estatal y federal.

Lo que, sólo, se pretende describir, es lo que sucede en atención de primer contacto en el “Hospital General” de Veracruz que nunca se vio en sexenios pasados. Por el quehacer propio de reportero se acudía a ese centro de salud con frecuencia y se constataba las extremas carencias con que se trabajaba ese lugar. Aunado a los altos costos en cirugías, consultas, estudios clínicos, junto con medicamentos que se vendían al interior del hospital a "precios accesibles".

En efecto, no se está como en Dinamarca, como se mofan los críticos del régimen de AMLO, pero sí se ha mejorado significativamente, en mucho, el acceso a servicios de salud dignos y de calidad en la ciudad de Veracruz.

Como dijera Cantinflas: "Estamos peor, pero estamos mejor, porque antes estábamos bien, pero era mentira".

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CD/YC