Abr 14, 2024 / 08:05

Los candidatos se volverán a dar con la “cubeta”

A partir de esta semana que empieza mañana se darán con todo los aspirantes presidenciales y Veracruz no será la excepción. Nadie está mucho. Las campañas políticas son el espacio y herramienta que tienen las y los candidatos para poder convencer al electorado de que son la mejor opción dentro del abanico de posibilidades. Esta labor debe basarse en propuestas que permitan a la ciudadanía contar con información sobre el partido o candidato que quieren que lo represente. La elección de nuestros representantes populares es una decisión fundamental pues tiene que ver con programas de gobierno, políticas públicas y acciones que impactan la vida de las personas.


Una de las características no deseables que han tenido las elecciones en nuestro país en los últimos años, es la aparición de campañas negativas o campañas negras, entendidas como estrategias de comunicación focalizadas en destacar los puntos negativos y defectos de los oponentes. Más allá, en muchas ocasiones se acude a las calumnias, denostaciones, difamaciones, espionaje y demás prácticas que atentan contra los principios democráticos que deben guardar las contiendas electorales.


Ante este escenario, en las reformas electorales de 2007 y 2014 se prohibió la realización de campañas negativas en México. La ley señala que “En la propaganda política o electoral que difundan los partidos y candidatos deberán abstenerse de expresiones que calumnien a las personas”. El tema ha generado un intenso debate sobre los límites a la libertad de expresión, la sobreregulación y la calidad de la democracia en México. Pero me parece que lo que debemos considerar es la responsabilidad que debe tener la clase política con la ciudadanía en este tema.


Hay análisis de especialistas y académicos que mencionan lo peligroso que puede ser que las campañas políticas polaricen a una sociedad, y apuntan que descalificar al rival hasta llegar al punto de la intolerancia es un efecto no deseado no sólo en una contienda, sino en el propio sistema democrático. Tener una sociedad polarizada deja importantes secuelas, pues si bien las campañas políticas tienen un periodo de vida y culminan con un ganador o ganadora de la contienda, las consecuencias sociales de éstas pueden permanecer por largo tiempo en la población y representan una amenaza para la gobernabilidad y para nuestro sistema democrático.


Las campañas electorales son los medios a través de los cuales los candidatos y los partidos políticos preparan y les presentan a los votantes sus ideas y posturas sobre distintas cuestiones antes del día de las elecciones. Los candidatos utilizan una variedad de técnicas para llegar a los votantes y transmitir sus mensajes, incluyendo los medios de comunicación tradicionales y nuevos, eventos públicos, materiales escritos u otros medios. En algunos países, a los candidatos se les asignan los medios de comunicación o espacios públicos para estos fines (considerado como financiamiento público indirecto de campañas). Las fechas de un periodo oficial de campaña electoral, que normalmente es el plazo de un mes o varios meses previo a la jornada electoral, por lo general se definen legalmente. En muchos países, la ventana legal para hacer campaña termina un día o dos antes del día de las elecciones, lo que permite el llamado "periodo de suspensión" inmediatamente antes de que inicien los comicios. Los partidos y los candidatos establecen instalaciones físicas desde donde pueden llevar a cabo sus actividades de campaña y operaciones generales.

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