Mar 07, 2024 / 01:10

¿Los vikingos llegaron a México en algún momento?

Ciudad de México - Islandia, Dinamarca, Noruega, todo el Mar del Norte, todo Gran Bretaña y buena parte de la zona más septentrional del continente europeo: esos fueron los dominios principales del pueblo nórdico. Algunos autores afirman que llegaron hasta Mauritania, y colonizaron algunos emiratos árabes en el norte de África. Así de impresionante fue su expansión militar, política y comercial. Con este contexto, no sería raro pensar que los vikingos tuvieran presencia en México.

Hay incluso teorías sobre que algunos dioses prehispánicos se inspiraron en estos hombres blancos y barbados, que navegaron todos los mares que se les pusieron enfrente. Aunque no hay evidencia tangible de ello, la pregunta sigue siendo válida: ¿los vikingos se establecieron en México alguna vez? La evidencia sugiere que sí se adelantaron a Cristobal Colón y a los colonizadores europeos. Esto es lo que se sabe al respecto.

Los vikingos se establecieron originalmente en los territorios que hoy son Islandia, Dinamarca, Noruega y Suecia Occidental. Fueron un pueblo de mercaderes bélicos, que dedicaban sus vidas al mar. Por ello, también, se convirtieron en los más destacados navegantes de la época, con los mejores barcos del medioevo. Entre los siglos IX y XI, documenta Britannica, tuvieron una “influencia disruptiva”, que reconfiguró la historia de todo el continente.

El historiador británico Peter Sawyer para Cambridge University Press, se destacaron en la Europa medieval como piratas, conquistadores y colonos. Fue así que se hicieron de miles de esclavos: que la servidumbre estuviera constituida de pueblos vencidos se consideraba un derecho para los guerreros. Por eso, durante 300 años, iglesias, aldeas y capitales europeas por igual fueron masacradas por los navegantes nórdicos.

En el mundo cristiano, se les tachó de ‘paganos’, ‘herejes’ y ‘bárbaros’, por sus inconfundibles victorias militares en cualquier territorio que pisaran. Además, seguían la lógica de un panteón politeísta, cuya ética estaba completamente basada en la guerra. No fue hasta la llegada del rey C’nute, emperador del Mar del Norte, que se convirtieron a la cristiandad.

El poderío del pueblo vikingo es innegable. Incluso, hay recuentos históricos que sugieren asentamientos en la actual Rusia. Además de su expansión hacia África y Asia, parece ser que desarrollaron una pequeña aldea en la Península de Labrador, en el extremo más oriental de la actual Canadá. Específicamente en Terranova —o Newfoundland, como se le conoce localmente—, hay restos de este asentamiento discreto, datados del año 1021 d.C.

A este territorio rico en pastizales y terrenos para la agricultura lo nombraron ‘Vinland’, la tierra del vino. En la actualidad, los vestigios se encuentran en L’anse aux Meadows, donde originalmente se pensó que había viviendas aborígenes antiguas. Sin embargo, a partir de las investigaciones realizadas en el sitio arqueológico, la UNESCO lo catalogó como Patrimonio de la Humanidad, al ser el asentamiento vikingo más antiguo que se conoce en América.

De acuerdo con un estudio publicado en 2021 por la Universidad de Groninga (Noruega), la estadía vikinga en América fue pacífica. No se tiene registro de que hayan tenido contacto con los pueblos locales, ni de un crecimiento estruendoso, como el que tuvieron en el norte del planeta. Por el contrario, parece que fue un pueblito aislado en la isla de Terranova, cuyos habitantes vivieron en silencio.

A pesar de que Vinland no tuvo mayor transcendencia en las dinámicas de expansión vikinga, explican los autores noruegos, es posible que este contacto haya tenido consecuencias a nivel local. Particularmente, las siguientes:

  • Transferencia de conocimientos
  • Posible mestizaje entre pueblos locales y el asentamiento
  • Intercambio de información genética, enfermedades y algunos microorganismos

A pesar de que es cierto que los vikingos llegaron mucho antes que Colón a América, y se adelantaron por 500 años a los viajes de exploración españoles, no hay evidencia de que hayan tenido contacto con el actua México. Los únicos registros de presencia y actividad nórdica en América se restringieron al extremo más norte del continente, por la cercanía geográfica de Groenlandia —tierra completamente vikinga— con la isla de Terranova.

Las teorías que existen sobre si Quetzalcóatl era vikingo, o la posible influencia de misioneros islandeses en la Península de Yucatán se han limitado a suposiciones sin fundamento. Hasta donde sabemos, la Edad Media nunca llegó a México, los mexicas nunca aprendieron a hablar nórdico antiguo, ni los mayas tuvieron intercambio comercial con el pueblo vikingo. No tuvieron ocasión para hacerlo: estaban muy lejos.

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Con información de: Muy Interesante

CD/NR

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