Ha transcurrido un tercio del periodo de precampañas rumbo a la renovación de la gubernatura veracruzana. Nada relevante que reportar.

La monotonía, el discurso de bonanza repetitivo, cansino, basado en la quimera estirada hacia el futurismo sexenal de los programas sociales como la panacea permanente de bienestar común, a cambio sólo de cruzar con el crayón en la soledad de la mampara los logotipos de los partidos que conforman la alianza Sigamos Haciendo Historia en Veracruz que encabeza como tractora Morena, que jala a sus aliados parasitarios y convenencieros PVEM, PT y Fuerza por México.

La pobreza es cosa del pasado, herencia maldita de los 36 años de neoliberalismo aniquilador.
Usted sabrá si quiere regresar a ese pasado, sintetiza el discurso morenista.

Quienes quieren regresar con el discurso de al ladrón, al ladrón, se robaron todo, hasta nuestra dignidad, dice la ideología de la cuatrote.

La moneda electoral tiene solo dos caras en este arranque de precampaña de martes 02 de enero. El bloque liderado por el Movimiento de Regeneración Nacional y el amasijo incomprensible, a contra lógica que representan en el naufragio opositor los partidos Acción Nacional (PAN), Revolucionario Institucional (PRI) y de la Revolución Democrática (PRD).

Al partido naranja, Movimiento Ciudadano, no le corre prisa. Hasta concedió ventaja de salida a Norma Rocío Nahle García y José Francisco Yunes Zorrilla. Total, las prerrogativas seguirán fluyendo. El pueblo que se joda. Hay más tiempo que vida, pensará Sergio Gil Rullán, dirigente del MC.

Hace unas horas, Samuel García Sepúlveda, erigido en el arquetipo de la política fosfo fosfo, refrescante heredero del discurso de un anacrónico Dante Delgado Rannauro, destapó a Jorge Álvarez Máynez como el precandidato de Movimiento Ciudadano a la Presidencia de la República… 51 días después del arranque de la precampaña por la presidencia de la república.

Retornando al punto de partida del análisis, nada relevante ha sucedido en las precampañas veracruzanas, salvo la licencia otorgada por el Organismo Público Electoral de Veracruz (OPLEVER), para que las arengas, discursos, mensajes y propaganda se realicen en lugares públicos como parques, explanadas, llanos, campos deportivos y demás escenarios donde los partidos puedan pavonearse, exhibir el músculo y hacer alegorías para espantar al adversario.

Las propuestas no pueden ser emitidas aún por la precandidata de Morena, PVEM, PR y FxM, Norma Rocío Nahle García, ni por José Francisco Yunes Zorrilla, pre abanderado del PRI, PAN, PRD.
Es decir, los 40 días que les concede el árbitro electoral sólo servirán para la movilización de las Suburbans, los ejércitos de acarreados, algunos curiosos que se acercarán al templete; pero sin mensaje de propuesta hacia una potencial clientela electoral de 6 millones 19 mil 766 ciudadanos inscritos en la lista nominal.

No hay propuesta. Los 40 días de precampaña serán para gastar suela, tratar de ser simpáticos y empáticos y venderse como la salvación de la patria chica. Nada más. Y no es que los cuartos de guerra no hayan arrastrado el lápiz; es el árbitro que no permite la oferta clara, precisa, concisa y maciza, dicen los dos actores en contienda.

Norma Rocío Nahle, la más avanzada en los recorridos territoriales, habla de ocho ejes troncales de gobierno si el voto mayoritario le favorece el domingo 2 de junio próximo, se precia de conocer de cabo a rabo el estado de Veracruz en discurso reafirmante de la oriundez por convicción.

Pepe Yunes dirige sus obuses hacia el gobernador Cuitláhuac García Jiménez, en intento mercadológico que desmitifique las bondades de la cuatrote, basado en la corrupción del funcionariado, sin presentar una prueba documental o integrar una carpeta de investigación ministerial y la sospecha vuelta arma proselitista respecto a una elección de estado donde la oposición no se enfrenta a una precandidata sino a toda la estructura armada por la Cuarta Transformación en el estado de Veracruz.

Salvo el manoteo opositor ante el OPLEVER por la transmisión de 90 minutos que realizó la televisora estatal Radio Televisión de Veracruz del arranque de precampaña de Nahle en su tierra adoptiva, Coatzacoalcos, que sirvió para abrir cámaras y micrófonos a toda expresión política, los días transcurridos han sido circulares, monótonos.

Se terminaron aquellos tiempos donde los electores creían por momentos, en la visita de un candidato a su pueblo, que éste ganaría de calle las elecciones por la pasión del discurso, los señalamientos de corrupción del gobernante saliente, los mítines apoteósicos, las movilizaciones que generaban economía en los pueblos por el impresionante tinglado armado para emitir un mensaje ganador.

Para ser hay que parecer, decían antes los operadores políticos del pasado.
No. Ahora nadie se toma la molestia de desgarrarse las vestiduras.

… del mismo costal.

Y en el parte informativo del árbitro electoral donde reina, en imagen externa, la transparencia, equidad y máxima difusión, se informó del resultado del monitoreo a medios de comunicación, donde el OPLEVER revela que el mayor porcentaje de menciones a partidos políticos, a asociaciones políticas estatales, así como de candidaturas independientes, señala que la balanza mediática se inclina hacia la coalición “Fuerza y Corazón por México”.

El Organismo Público Local Electoral de Veracruz (OPLEVER) dio a conocer que el recuento que hace el ente electoral, definió que el PAN logró un 19 por ciento de menciones, mientras que el PRI un 21 por ciento, en tanto que el PRD un 9 por ciento. La suma de esos porcentajes arroja un 49 por ciento.

En tanto que el PT obtuvo menciones por apenas un 3 por ciento, el Verde un 4 por ciento y Morena un 36 por ciento, lo que da como resultado de la coalición “Sigamos haciendo historia en Veracruz” de un 43 por ciento, sin contabilizar a Fuerza por México. es decir, un 6 por ciento menos.

Es decir, el bloque PAN, PRI, PRI aventaja por tres puntos “Sigamos Haciendo Historia en Veracruz”.
El otro actor, pachorrudo en la escena electoral porque no define precandidatura, el Movimiento Ciudadano obtuvo un 2 por ciento de menciones en los medios de comunicación y Fuerza por México un uno por ciento.

Los medios no montan campañas en contra o a favor de nadie. Sólo son espejos que reflejan una realidad política.

Quien se mueva más, ocupará más titulares, cintillos, notas, resúmenes o cobertura noticiosa en los medios de comunicación.

Así de simple.

Habría que recordarles la máxima de Savater a los cuartos de guerra de los bloques en contienda: quien domina el discurso, impone la agenda. No hay fórmulas mágicas. El elector no se equivoca nunca.

columnacarpediem@gmail.com

CD/MF