Oct 10, 2023 / 07:29

En Xóchitl no van a parar las ganas de ser la primera presidenta de México

***En Bertha Xóchitl Gálvez Ruiz no van a parar las ganas por convertirse en la primera presidenta de México. Hace todo lo que le digan para salir adelante. Por ejemplo, se acaba de reunir para conocer sus experiencias de los tres candidatos presidenciales del PRI, derrotados en las urnas cada uno de ellos.

Muchos le dijeron que mejor se hubiera reunido para conocer experiencias de éxito. De esas reuniones salió muy mal, le peso mucho como los dejaron solos, como los dejaron morir, como los abandonaron.
A lo mejor quiso saber cómo pudieron soportar el dolor de la derrota o si fue para analizar los errores cometidos y no repetirlos.

Bueno, la tlaxcalteca sabe lo que es una derrota, no fue estrepitosa, pero al fin derrota. Sabía a lo que se iba enfrentar, a todo el aparato de gobierno comandado por su paisano que le jugó las contras Miguel Ángel Osorio Chong.

En esa ocasión dicen sus biógrafos la derrota le sirvió para asimilar los principios de una campaña electoral y así pudo conseguir el triunfo en 2015 cuando compitió por la delegación Miguel Hidalgo del entonces Distrito Federal.

Ahora bien, es muy distinto en 2023 por la presidencia de la república. La reunión con los tres candidatos derrotados fueron Francisco Labastida Ochoa, Roberto Madrazo Pintado y José Antonio Meade Kuribreña.

Las experiencias de ellos son muy distintas. El sinaloense Labastida inició con una amplia ventaja de más de veinte puntos, los que desperdició a lo largo de la campaña en que arrancó favorito. El tabasqueño Madrazo fue entorpecido por sus propios cuadros dirigentes y sufrió tan grande derrota que prefirió alejarse de la actividad política y concentrarse en los negocios, con gran éxito. Fue favorecido y sigue siendo dicen algunos con contratos millonarios en el ISSSTE e IMSS. Meade sabía que lo habían mandado a perder e hizo una pésima campaña. Peña Nieto lo había entregado de antemano y después de la derrota se refugió en su despacho y aprovechaba para ir a pasear a La Paz, Baja California Sur.

Cada una de esas experiencias pueden servir para que Xóchitl norme su ruta o aprenda a vivir con una fuerte derrota como la que se le anticipa.

La hidalguense inició como una revelación, su actitud y frescura dieron aliento a los que por anticipado se encontraban rendidos por el eventual triunfo de la 4T.

Tuvo un rápido crecimiento, su actitud retadora, sus dichos, albures y lenguaje soez, en algunas ocasiones, permeaba entre la gente.

En sus desplazamientos por el país le daban la bienvenida como estrella del deporte o del cine, aunque la asistencia no rebasaba las mil personas.

Con eso se creyó suficiente para mostrar el empaque de la que pronto se convirtió en la defensora del Frente Amplio por México, aunque las semanas siguientes vino el desinfle.

Xóchitl y su reducido equipo no han recibido el programa de gobierno que instrumentan los especialistas comandados por José Ángel Gurría Treviño. Su coordinador de campaña se dio el lujo de tomarse casi un mes de vacaciones y los dirigentes de los partidos se encuentran inmersos en su propia dinámica.

Aunque es cierto que Xóchitl no es oficialmente la candidata presidencial, pero puede actuar como tal y mostrar parte del músculo que la pudiera encaminar hacia la victoria.

Pero no es así, Xóchitl parece reducida a su mínima expresión y carente de recursos políticos y estrategia que la puedan posicionar.

Ramón Zurita Sahagún da cuenta de todo ello.

Además, la senadora ha insistido que el expresidente Felipe de Jesús Calderón Hinojosa sea invitado a su campaña, la cual ha delineado anti-obradorista y por lo que casi no se dirige a Claudia Sheinbaum Pardo. Esto ha suscitado diferencias con el dirigente del PAN, Marko Cortés, quien no ha levantado el veto a Calderón.

La única figura del calderonato que ha entrada al equipo de Xóchitl es la diputada Margarita Ester Zavala Gómez del Campo, que sería el vínculo con grupos religiosos.

CD/YC

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