Los políticos que gobiernen con los ciudadanos

Esaú Valencia Heredia y Jacobo Baca Valencia
En una parte del gremio periodístico veracruzano era apreciado Rafael “El Negro” Cruz. Tenía parecido como el equipo América guardando sus proporciones, era querido y odiado. El negro Cruz con Fidel Herrera fue un facilitador de las relaciones públicas desde el modesto reportero hasta los connotados columnistas… los procuraba con buenas viandas de los mejores restaurantes…fue un hombre exitoso en los negocios de mariscos en el mercado de La Viga en la Ciudad de México.
Obvio no a todos les caía bien …porque era muy diáfano…vio desfilar a todos los secretarios particulares del tío Fide quienes muy pronto sabían el poder que tenía el negro…a todos amamanto… Profesaba la religión cristiana con devoción y en la iglesia en donde él llegaba en la Ciudad de México la tenía siempre arreglada…les regaló un órgano. DEP.
***Muchos políticos de ahora tienen la idea que tirándole (criticar) al sistema se van hacer más populares, la gente los va adoptar y los van a procurar hasta que llegue el día de las votaciones. Difícilmente eso va ocurrir, a lo mejor uno que otro compra esa idea, pero no van por el camino correcto. Los políticos dejan de escuchar a temprana hora. Con tantita azúcar en la oreja se vuelven locos de contento.
La gente lo que necesita ahora es saber cómo van a solucionar los problemas que enfrentan. A que se van a comprometer, aunque al final olviden las promesas.
Una vez que son mencionados para aspirar a un cargo de elección popular se vuelven eruditos. En ese momento saben de leyes, de medios, conocen hasta el doctor de la farmacia más apartada, no son humildes, no saben reconocer que como humanos también cometen errores, son mortales, son hijos de vecino.
Y es que desde que se levantan son alabados, con tan poco se crecen, no quieren pasar la prueba del ladrillo y se marean con poca altura. Los políticos por vocación, los de antes, se dejaban guiar, ahora cualquier chamaco quiere ningunear a los que realmente saben del tema.
Verbigracia los contralores municipales, son los que van evitar que los alcaldes enfrenten problemas con las auditorías, pero algunos no se dejen ayudar y quiere que se sigan haciendo prácticas del pasado, con regalitos quieren enderezar lo que sale torcido desde origen. En próximas entregas daremos algunos ejemplos de lo que no deben hacer algunos municipios y que muchas veces son solapados o fomentados por las autoridades.
En los primeros años de nuestra democracia la gente solía augurar una brillante carrera política a los que hablaban bien. Es cierto que también se valoraba la imagen, si el candidato tenía más o menos apelación, pero no lo es menos que los escaños se ganaban por el oído. Y estaba bien, pero se acabó exagerando hasta convertir a los políticos en “charlatanes”.
Actualmente parece abrirse paso aún cambio de tendencia. Hoy para ser político lo determinante no es solo hablar bien sino escuchar con atención a los votantes.
***Ya encarrerados en el tema los partidos y candidatos que compiten en las campañas electorales, tanto en sistemas presidencialistas como legislativos y municipales, se posicionan en torno a dos grandes tendencias: la continuidad y el cambio. A ese marco comunicacional se asocian tanto emociones positivas (esperanza, entusiasmo, alegría) como negativas (miedo, ansiedad, ira, enfado). Las emociones positivas se relacionan no solo con campañas de cambio, sino también con campañas de continuidad, aunque en la comunicación de cambio se acude con mayor frecuencia a estos recursos para la elaboración de los mensajes. Por el contrario, dentro de las emociones negativas, el miedo se asocia comúnmente con mensajes de continuidad (retener el poder). Otras emociones negativas, como la ira o el enojo, son usadas en las campañas para generar mensajes orientados a la creación de climas de opinión en general auxiliares para posteriores campañas favorables al cambio.
A pesar de estas evidencias, basar toda una campaña electoral en contenidos comunicacionales emocionales supone la asunción de un riesgo estratégico porque las emociones son efímeras y se relacionan más con la creación de climas de opinión, o predisposiciones psicológicas favorables o desfavorables hacia un partido o candidato, que con una alteración de las preferencias electorales ancladas. Las emociones pueden reforzar o activar estas preferencias, pero una campaña emocional, por sí sola, no logrará objetivos estratégicos de intensa transformación en el estado de competición a corto plazo.
Aunque las emociones son efímeras, su activación de manera prolongada puede generar sentimientos, que son más perdurables en el tiempo, y enlazan mejor con conceptos como identidad o pertenencia, que deberían ser el objetivo de una política de comunicación emocional que tenga una finalidad de mayor alcance. Quizá sea posible hacer una comunicación electoral emocional basada solo en crear estados de ánimo, pero sus resultados, aunque sean positivos, serán, sin duda, débiles, y pondrán en riesgo la posibilidad de mantener la popularidad de un candidato una vez haya obtenido el triunfo en un cargo de elección popular. Sin embargo, las emociones que logran un recorrido más largo, y que son la base para conformar sentimientos más perdurables, pueden generar procesos de adhesión a un relato, de identificación con un candidato o partido o de pertenencia. En estos casos, una comunicación basada en afectos, sentimientos y emociones, pero acompañada de ideas, programas y propuestas de políticas públicas, puede favorecer procesos de identidad y sentimientos de pertenencia que acaben teniendo efectos directos de extensa presencia sobre el comportamiento electoral.
Es de lo que se escribía hace un momento, la gente quiere soluciones a sus problemas, están gasta el tope de escuchar las mismas carencias, eso todo mundo lo palpa en su diario vivir, lo que no han escuchado es como tener mejores condiciones de vida.
Saliendo a la calle a hablar con la gente ahí mismo van a tener la solución a los problemas. Los ciudadanos mandan el mensaje y depende del candidato en agarrar las ideas. La clave está en escuchar más que hablar, Que dejen el micrófono a los ciudadanos. Mismas actitudes mismos resultados, cambio de actitudes cambios de resultados.
REFLEXIÓN: Si lloras por haber perdido el sol, las lágrimas no te dejarán ver las estrellas.

CD/GL