***Vargas hace la reflexión sobre los políticos y la soberbia y Claudia Santillana se refiere sobre la humildad y la ausencia de ese valor en los políticos mexicanos. Gobernar no solo es hacer obras, es practicar también otros principios como la “humildad” y eso no se quiere decir precisamente dejar de usar relojes caros, camionetas de lujo, acudir a buenos restaurantes no eso no, es otro tipo de modo de vivir.

El significado de la palabra “humildad” va mucho más allá de lo que entendemos de ella solo en la superficie. Hay un elemento, un valor humano por decirlo de algún modo, que carecen algunos políticos y ese es: la humildad.

Humildad es aceptar que te puedes equivocar, que quizá fuiste duro o dura con alguien e incluso hasta injusto y tener la capacidad de reconocerlo.

Humildad es reconocer que te sientes cansado, desgastado, que francamente piensas que no podrás cumplir tus metas y que tienes miedo y que por eso te anticipas, te rompieras, te confundes, te peleas.

Humildad es poder pedir perdón sin que tengas que explicar que tuviste que pedirle perdón por a alguien porque fue así que te lo sugirieron, porque así te lo recomendaron, porque te viste obligada a hacerlo, porque si fuera por ti, de otro modo no lo hubieras hecho.

CD/YC