13 de Julio no es un día de fiesta, es de lucha y de propuesta

El 13 de julio se conmemora el Día Internacional del Trastorno por déficit de Atención e Hiperactividad. Este día, las familias y personas que viven con TDAH realizan jornadas de difusión y sensibilización para recalcar la necesidad de una detección y diagnóstico temprano para la atención y tratamiento orientado al ámbito social y educativo que permita una mejor calidad de vida.

Clínicamente, se considera un trastorno del neurodesarrollo y esta condición neurológica puede implicar dificultad de la atención, la memoria, la percepción, el lenguaje, la resolución de problemas, la interacción social y el comportamiento hiperactivo-impulsivo.

Datos de La Secretaría de Salud (2016) señalan que, a nivel mundial, hay entre 8 y 12% de niños y adolescentes con este trastorno. En México (2016) se estima que hay aproximadamente 33 millones de niños y adolescentes, de los cuales 1.5 millones podrían ser diagnosticados con TDAH.

A pesar de estar en pleno 2023, aún hay mitos y mucha información errónea acerca del TDAH. Un mito muy popular es que se cree que el TDAH es un invento, se dice que el psiquiatra que lo “descubrió”, en realidad fue pionero en otorgar la debida importancia a los factores genéticos en la etiología de este trastorno. “Confesó” antes de morir que “es una enfermedad ficticia” y que las cifras son un insulto al sentido común de la población, porque es imposible que tantos niños estén “mentalmente enfermos”.

Leon Eisenberg dijo esto siete meses antes de morir. En realidad, en 2012, el periódico Der Spiegel desató una gran polémica al publicar un artículo derivado de la última entrevista y sacó de contexto lo dicho por el doctor, producto de una mala interpretación de sus palabras, no dijo que el trastorno no existía, sino que se diagnostica con excesiva prematura, fabricándose el diagnóstico en casos que no lo padecen.

Lo que debemos entender es que el TDAH no es un retraso mental ni falta de inteligencia, que puede generar una variedad de síntomas y cada síntoma puede causar una gama de dificultades de un niño a otro.

La empatía construye relaciones que nos ayudará a mejorar la intervención en las dificultades del neurodesarrollo y así hacer las adecuaciones necesarias para evitar contextos discapacitantes por no poder cubrir sus necesidades educativas, falta de accesibilidad y la indiferencia de parte de todos.

CD/MF