El sepulturero avanza impasible, con su pala al hombro, a cumplir su poco deseado trabajo, dar entierro al próximo moribundo, que dando sus últimos estertores se niega a aceptar el destino que poco a poco construyó, ajeno a la racionalidad, sigue vociferando que luce sano y lúcido, que pronto lo volveremos ver andar haciendo sus tropelías a las que nos tenía acostumbrado, dañando los bienes ajenos, robando, golpeando a los indefensos que tuvieron la des fortuna de atravesarse por su camino. Su monólogo es infinito, hablando de sus ficticios actos heroicos, olvidando su vida vilipendiada por su ego infinito, por su sed insaciable de poder, además, insiste una y otra vez que los diagnósticos de “esos pendejos médicos” están equivocados, que goza de excelente salud, que está más competitivo que nunca, que pronto saldrá a “partiles la madre” a esos populistas ignorantes e ilusos.

Hace 5 años que los síntomas preocupantes del deterioro de su salud hicieron su aparecer, hasta sus amigos más cercanos le advirtieron que era una locura su vida, que tarde que temprano traería consecuencias, o lo que llaman el karma le escupiría de frente y ya no habría regreso atrás, a los buenos tiempos, haciendo caso omiso de esos que le “adivinaban” su futuro, seguía de fantoche y necio, decía que él era “Juan Camaney”.

Una muerte anunciada, o cuando menos, el diagnóstico tarde de una enfermedad incurable, aun cuando haya todavía algunas terapias alternativas que le pueden salvar la vida, inmerso en una entropía y pulsión de muerte así vemos a la oposición política en México.

Con los últimos resultados electorales del 4 de junio del 2023, perdiendo el Estado de México, el estado más poblado de México, y ganando el pequeño estado de Coahuila, la oposición política al gobierno del presidente Obrador ha perdido más del 70% de su influencia y capacidad de gobierno en México. El escenario luce lúgubre y sin posibilidad de erigirse en una alternativa democrática al gobierno de la 4ª T., su comportamiento no ha variado ni un ápice, siguen hablando de erróneas cuentas alegres, y una narrativa esquizoide, sin la capacidad de percibir la realidad y mucho menos de una real autocrítica.

Patéticamente Alito, Marko Cortés, “el chucho” del PRD, la senadora Rabadán, Xóchitl Gálvez, etc., deambulan por los platos de los medios de comunicación, recibiendo ahora una horda de fuego “amigo”, son ridiculizados, vilipendiados, y exhibidos, e incluso, insultados, pues los poderes económicos y mediáticos se dieron cuenta que no les sirven, que son unos inútiles, y no porque ahora tales medios de comunicación y periodistas que los entrevistas cumplan su tarea de informar parcial y objetivamente.

Antes de las elecciones, el mediador de la forjas de dinero para hacer oposición al gobierno del presidente Obrador, organizaba toda la estrategia para ganar el Estado de México, el estado que verdaderamente les importaba, por cierto, creo que es quien verdaderamente debe recibir todos esos improperios por construir esa monstruosa y desnaturalizada (ideológicamente) alianza PAN/PRI/PRD, el dizque dirigente de la sociedad civil “empresarial” Claudio X González, tan pronto se supo los resultados desapareció en las redes sociales, no ha asomado la cabeza, y a hurtadillas, busca culpables, el abstencionismo, el in-compromiso (su intromisión ilegal) del actual gobernador del Estado de México Alfredo del Mazo Maza, quien se mantuvo, como debe ser, lejos del proceso electoral, proceso que legalmente no le competía.

También vemos en silencio a la “intelectual” opositora del presidente Obrador Lilly Téllez, quien todo su proyecto de nación “es meter a la cárcel al presidente Obrador”, hacerse a un lado para no ser salpicada por los malos resultados, y aprovechar la derrota para salir en un vídeo y después de una supuesta autocrítica, apuntalar su narcisismo enfermizo, y tratar de dirigir las miradas de la oposición pobre a la que pertenece, y decir, “Yo Lilly Téllez soy la mejor”, y la mejor opción para encabezar la oposición política electoral en el 2024. Viendo con esto, como la oposición además de no tener una proyecto de país alternativo a la 4ª T., y competirle al obradorismo, no tiene candidato para el 2024, salvo si se quiere ver como alternativas, a un “perseguido político” Ricardo Anaya, que sobornó a los diputados para que aprobaran la reforma energética de Peña Nieto, o una enferma esquizoide narcisa analfabeta, que no tiene la menor idea que es un proyecto de país que necesita México, como lo es Lilly Téllez, o un resabio del pasado, Santiago Creel, o al indeseable y cínico corrupto Alito Moreno.

Por qué es tan importante una oposición política democráticamente saludable, pues si queremos cumplir con el purito ilustrado de la pluralidad democrática, y la división de poderes, México debe tener un sistema de partidos políticos democráticos y transparentes, que se diferencien unos de otros por su visión del mundo, la sociedad y el hombre, que permita contrastar y elegir lo mejor, pero tampoco es una condición sine qua non para hacer política y que gobiernen los mejores, ahora más que apostar al contraste de las ideas, apostamos los mexicanos a la buena voluntad de los sucesores del presidente Obrador, esa es la realidad del México posrevolucionario.

Junio de 2023

CD/YC