Villahermosa, Tab.- En un ambiente sano y cordial, el Voluntariado del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) celebró el Día del Niño con los menores atendidos en el Centro de Convivencia Familiar del Poder Judicial, en un festejo con regalos, juegos y pasteles, lo cual reconocieron los padres de familia, quienes destacaron la iniciativa de la señora Mercedes Segura de Priego y el presidente de la institución, Enrique Priego Oropeza.

Al entregar a la directora del centro, Alejandra Elizabeth Salvá Fuentes, sillas y mesas para adultos para mejorar los servicios del organismo ubicado en la calle Ejido 106, de la colonia Tamulté, la coordinadora del grupo de damas voluntarias hizo un llamado para que cuiden las instalaciones y su equipamiento.

Comentó que el Centro de Convivencia tiene un papel muy importante, ya que ahí se da cumplimiento a los que los jueces familiares ordenan para asegurar un ambiente saludable para el desarrollo de los menores hijos de padres separados, y aseveró que es necesario volver los ojos a la familia como el núcleo de la sociedad donde se van formando los futuros ciudadanos.

Salvá Fuentes informó que actualmente existen 75 expedientes de entrega-recepción de menores activos en trámite, y 201 expedientes más de convivencia, la cual se efectúa en las instalaciones del centro y es supervisada por personal del Tribunal Superior de Justicia.

Desde muy temprano, los padres que acuden al sitio con sus hijos --o en algunos casos sus nietos-- fueron recibidos por Cenicienta, el personaje del cuento del mismo nombre del escritor francés Charles Perrault, y Luigi, el primo menor de Mario Bross, videojuego creado por el diseñador japonés Shigeru Miyamoto para la compañía Nintendo.

Con ellos y los animadores del grupo Creando ideas y eventos, organizaron juegos de integración y coordinación, así como desarrollo de habilidades motrices y matemáticas, que fueron premiados con muñecos Max Steel, Barbie y My little pony, pelotas y termos y al final, con piñatas repletas de dulces, pastel, pozol y agua de horchata. Y no podía faltar la foto del recuerdo.

Las dinámicas estuvieron amenizadas con un recorrido musical que partió de los años 50 con el tema de la serie televisiva de Benny Hill, llegó hasta los 70 con Earth, Wind and Fire y las clasicas September y Boogie Wonderland; El ritmo de Merenglass --al son del Baile del Oso--, hasta llegar a los éxitos de la estadounidense Katy Perry con Fireworks, la británica Dua Lipa que se sumó con su interpretación de IDGAF y el canadiense Justin Bieber con Company.

La amena convivencia, en la que participaron activamente las integrantes del Voluntariado, fue reconocida por los padres de familia. El licenciado Juan José García Mendoza, de 66 años, acudió a departir con sus nietos, como lo hace cada ocho días, y se dijo muy agradecido de que el presidente del Tribunal Superior de Justicia y la señora Mercedes Segura de Priego se hayan acordado de festejar a los infantes, “los reyes de la casa, trayendo regalitos, sorpresas, muñecos, pasteles, la Cenicienta. Fue un evento muy bonito”.

Asimismo, se congratuló por la donación de mesas y sillas para adultos, y reconoció que la descomposición social ha dado como resultado “más problemas entre parejas, más separaciones, más convivencias supervisadas. Y al final de cuentas los niños pagan los platos rotos”.

Señaló que en los juzgados existen cúmulos de expedientes de divorcios y convivencias mientras los jueces no se dan abasto, por lo que solicitó se creen nuevos juzgados familiares y se amplíe el centro de convivencia.

En tanto, Landy López León, quien acudió a convivir con sus hijos, lamentó la situación crítica en que viven las familias, y exhortó a dar celeridad a los juicios en la materia, sobre todo cuando el padre no custodio pretende evitar el pago de la pensión alimenticia de sus hijos con falsas denuncias contra su ex pareja.

Indicó que la comunicación siempre es importante para llegar a acuerdos “sin tener que poner de por medio a los niños en el ‘jale y estire’ sobre quién tiene la razón o quién puede más. Porque nunca vamos a dejar de ser padres. Y eso es algo importante que nosotros como pareja, que un día nos amamos y concebimos a nuestros hijos como un producto de amor deberíamos terminar así, porque los niños son los que sufren”.

CD/GL