Dic 12, 2022 / 12:12

Iure Imperii.- Acto del estado como autoridad

Jorge Efraín Morales Hernández

El pasado 2 de diciembre  se emitió el comunicado de una noticia de importancia nacional, puesto que el salario mínimo a partir del primero de enero del 2023 tendrá un aumento del 20%, tomando como base los $207.00 pesos mexicanos, esto se dio a conocer, en días pasados, en la conferencia mañanera que da el presidente de la república Andrés Manuel López Obrador.


Tan importante incremento salarial para la clase obrera mexicana fue posible gracias a la coordinación del sector empresarial, obrero y de gobierno, quienes determinaron de manera unánime esta decisión trascendental para el trabajador mexicano.


Lo anterior nos lleva a pensar realmente en que el salario mínimo sube, pero de igual forma la inflación, y distintos productos de la canasta básica. A lo que el gobierno ya debe tener en mente un plan antiinflacionario, subsidio de gasolina y diésel de más de trescientos mil millones de pesos mexicanos, así como el continuar con los impuestos establecidos en la ley.


Este último aspecto es de suma importancia, ya que se adentra en materia fiscal y en el apoyo que le brindan a los contribuyentes así como a la sociedad que forma parte de los distintos regímenes tributarios, de igual manera se refleja el beneficio que se le brinda a las personas que no participan de forma directa en el sistema de recaudación fiscal, pero que aportan al mismo por parte del IVA, el cual es un impuesto de carácter traslativo, ya que no lo pagan las empresas, si no el consumidor.


Actualmente el congreso cuenta con la facultad para establecer contribuciones con fundamento en el artículo 73 de la constitución política de los estados unidos mexicanos, en el que se encuentran los impuestos especiales sobre producción y servicios (IEPS).


Dentro de estos impuestos van incluidos el consumo de la energía eléctrica, en el que menciona el presidente que no habrá un aumento, y en cuestión al consumo de gasolina quedara como lo marca la ley del impuesto sobre producción y servicios, con combustible menor a 91 octanos se pagaran 5.49 pesos por litro, de 91 octanos para arriba se pagara 4.63 pesos por litro, en cuanto al diésel se pagara 6.03 pesos por litros, en cuestión de los productos no fósiles como lo es el etanol, el gas natural, el propano, se cobrara 4.63 pesos por litro.

Parece poco, pero en realidad significa mucho, ya que al no subir el precio de elementos básicos como lo es la gasolina, no aumentaran los productos que requieren de algún traslado dejándolos de esta forma al mismo valor y como objetivo principal del gobierno, tener un mayor rango de accesibilidad a estos con un mejor alcance y distribución para las personas en el territorio mexicano.


Generando con todo esto un ambiente de fortaleza económica a nivel internacional, y que deja de forma momentánea y para el futuro el tema de la inflación en un estado de equilibrio con la economía del país, permitiendo una mejor calidad de vida a millones de mexicanos.

CD/YC

* Las opiniones y puntos de vista expresadas son responsabilidad exclusiva del autor y no necesariamente reflejan la línea editorial de Cambio Digital.

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