Oct 10, 2022 / 09:02

La gratitud política mueve montañas

¿Conoce a alguien así? La gratitud política mueve montañas. Hay una situación a la que tarde o temprano te enfrentas en política. Una situación clásica. Casi un modelo.

El adversario político lleva años gobernando.

El candidato o el partido, no importa. Pero hay años de gobierno detrás de él.

Esto tiene ventajas y desventajas, claro.

Pero hay un aspecto crucial: la gratitud del votante.

No se refiere a si el adversario ha gobernado bien o mal. Se refiere a lo que ocurre en el cerebro de los votantes. Porque muchas veces ocurre que sienten agradecimiento o gratitud por lo realizado.

Por las obras concretadas (más allá de su cantidad y de su calidad). Por los servicios brindados. Hasta por las ilusiones ofrecidas…

Y a veces por los beneficios personales logrados.

Entonces muchos de esos votantes agradecidos deciden votar a ese candidato por el que sienten gratitud.

A veces lo racionalizan y lo explican. Pero otras veces lo hacen simplemente, como si se activara un click automático.

Gratitud. ¡Click! Voto.

La gratitud mueve montañas.

Esto es así porque el cerebro humano percibe que alguien le da algo valioso e inmediatamente se siente en deuda con aquella persona que se lo dio. Y entonces busca la manera de retribuirle el gesto.

Aun cuando lo que brinda puede llegar a ser mucho más valioso aún que lo recibido.

Entonces: su adversario es el candidato del gobierno.

Mucha gente seguramente siente que ha recibido mucho de ese gobierno y por lo tanto su cerebro hace un click casi automático y se ubica en posición de deudor, sintiéndose obligado a darle algo a esos políticos, quizás darle lo que más valoran: el voto.

CD/YC

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