Feb 23, 2022 / 06:00

📜 Efemérides del Periodismo Mexicano: Antonio Ancona Albertos (Mónico Neck)

Antonio Ancona Albertos (Mónico Neck), hijo de Eligio Ancona, fue sepultado el 23 de febrero de 1954 en la Ciudad de México; nació el 10 de junio de 1883 en Mérida, Yucatán. Hacia 1954 ingresó en El Peninsular, de José María Pino Suarez, y trabajó también en el Diario Yucateco.

Posteriormente trabajó en el Intransigente, El Heraldo, propiedad sucesivamente de los generales Salvador Alvarado y Francisco R. Serrano, que serían candidatos presidenciales en 1927 y morirían fusilados según los partes oficiales; La Campana y el Diario del Sureste. Laboró también para la Nueva Era que dirigió Jesús Urueta.

En el inició de sus colaboraciones para Novedades se le presentó como un “escritor de extrema izquierda”. A partir de diciembre de 1934 escribió casi todos los días en El Nacional, y la más durable de sus secciones fue “Apuntes de actualidad”; tuvo otras como “Cuentos sin intención”, “La inquietud de las horas”, “Sombrero Texano” “Nuevas cartas presas”, “La provincia dice y hace”, “Cosas de ayer”, “De mi viejo anecdotario”.

Algunas veces hizo comentarios sobre la profesión del periodismo. En uno de sus apuntes decía:

¿Profesión u oficio? Es igual. El periodista, al contrario de lo que generalmente se cree, no se improvisa. Periodista se dice generalmente de quienes escriben en publicaciones periódicas. Y no todos lo son.

Para serlo en el sentido profesional de la palabra, es indispensable conocer el tejemaneje del diario o de la revista, que es complicado. Tareas hay que no se aprenden o acaso no se pueden aprender en una escuela: Formar y “hacer cabezas” entre otras. Esa es labor diaria, rápida y urgente. Se aprende en la redacción; y es el maestro el redactor antiguo cuando es complaciente, o el secretario o el jefe de la Redacción.

Aquí el estudio está en la práctica constante. Y la carrera profesional se hace, se va haciendo en años. ¿Estudios? Claro, es que son necesarios. Y no de gramática parda. Hay que saber escribir con agilidad y rapidez. Al reportero, v. gr., no le importa ni le debe importar latines. No ha de citar, sino en ocasiones excepcionales a los maestros de la antigüedad; quédese tal para articulistas meticulosos, de esos que un día a la semana escriben en columnas para minorías eruditas o para nadie.

Y además, la profesión de periodismo debería tener, en caso de instituirse, diversos grados, reportero, columnista, editorialista… y periodista completo, capaz de cubrir cualquiera de las plazas de un periódico, desde corrector de pruebas hasta director.

Antonio Ancona Albertos fue diputado constituyente (1916-1917), senador (1920), gobernador provisional de Yucatán (1920) y del territorio de Quintana Roo. Escribió la novela En el sendero de las mandrágoras.

José Florencio Santa Anna Rizzo

Poeta, político y periodista que se significó en la lucha contra la Intervención francesa, Justo Florencio Santa Anna Rizzo nació el 23 de febrero de 1872.

Don Francisco Sosa (1848-1925) periodista y biógrafo, dijo de Justo Florencio Santa Anna Rizzo en Biografías de mexicanos distinguidos lo siguiente:

Después de haber adquirido los conocimientos primarios en varias escuelas de su país natal, pasó en 1852 a San Luis Missouri, Estados Unidos, en donde aprendió los idiomas inglés y francés, y comenzó el estudio de las matemáticas. En 1855 volvió de los Estados Unidos, y dos años después vino a la capital de la república, trayendo por mira el terminar aquí el estudio de las matemáticas y al efecto entró a la Escuela Nacional de Minas.

Un disgusto habido entre Santa Anna y el rector de ese establecimiento, hizo que el primero abandonase las cátedras y prescindiese por completo de obtener un título profesional.

Regresó a Tabasco en 1858, contrajo matrimonio y se dedicó a las tranquilas faenas agrícolas. En ellas se encontraba ocupado, cuando la guerra de intervención conmovió a todos los ámbitos de nuestra patria. Santa Anna, que hasta entonces había permanecido ajeno a las agitaciones de la vida pública, entró a ella al pronunciarse Macuspana contra el imperio. Se le encargó la Jefatura Política y Comandancia Militar del Partido, y desplegó toda su actividad en defensa de los intereses de la patria. Una vez iniciado en la carrera política, Santa Anna ocupó los primeros puestos. Fue electo diputado a la legislatura del Estado; secretario general del gobierno militar del coronel Méndez en 1865, 1866 y 1867, juez de primera instancia del Partido del Centro en 1869 y 1870, y diputado suplente al Congreso de la Unión por el primer Distrito en 1871.

Santa Anna no sólo prestó servicios personales en el país, sino que puso su inteligencia al servicio de su estado. Fue redactor con éxito brillante del periódico oficial del estado; redactó en unión de Manuel Sánchez Mármol los periódicos El Águila Azteca, El Tribuno y El Radical.

Afiliado a uno de los partidos que en Tabasco luchaban por obtener la dirección de sus destinos, Santa Anna se vio perseguido, y tuvo que venir a la capital de la república a fines de 1871, y al poco tiempo le sorprendió la muerte, el 8 de febrero de 1872.

Santa Anna, durante su corta residencia en México, poro antes de morir, colaboró en El Domingo, acreditado semanario de literatura y sus composiciones poéticas fueron muy bien recibidas por los inteligentes. En ellas se revelaba la inspiración del autor, y la facilidad con que se hallaba dotado para expresar sus pensamientos. Tenía dotes de verdadero poeta, y habría llegado a alcanzar merecido renombre si la muerte no le hubiese sorprendido, precisamente cuando acababa de encontrar aquí un teatro más a propósito para desarrollar sus facultades, que el que en su suelo natal había tenido.

CD/YC

Únete a nuestro canal de Whatsapp y entérate de las noticias más relevantes del día, artículos de opinión, entretenimiento, tendencias y más.

Notas del día: