Ene 08, 2022 / 06:00

📜 Efemérides del Periodismo Mexicano: Pedro Escalante Palma (Pierrot)

Director de El Cómico fechado el 8 de enero de 1897, Pedro Escalante Palma, conocido por su sobrenombre periodístico Pierrot, murió el 25 de diciembre de 1904 y su cuerpo fue velado en la redacción del “Periodiquíto Los Sucesos”, en la Ciudad de México. Armando de María y Campos en las tandas del principal lo describe de esta manera: Gran autor teatral mexicano nacido en Yucatán, tipo bohemio de fin de siglo, de gran talento, muy desventurado y cuya vida alegre y triste, por extraña paradoja, y (de) muerte trágica e inmerecida.

Se sabe poco y a la vez se ignora menos de la vida de Pedro Escalante Palma, periodista y autor, más conocido por su seudónimo de “Pierrot”. Se supone que había nacido a mediados de la década sesenta en Mérida, Yucatán. De familia humilde.  Empezaría a escribir siendo muy joven, desde luego como humorista, probablemente en la revista Pimienta y mostaza. Se sabe que en 1891 tenía escrita una comedia en un acto, titulada “Dramatitis”, sátira de los dramones en boga. Escribió otra, que en ese mismo año la presentó en la compañía de Leopoldo Burón, se titulaba la piececilla “Sembrar la Cizaña”, ya con más categoría estrenó también en el teatro Peón Contreras, la noche del 23 de enero de 1894 en el beneficio de la triple Felicidad Pastor de Obregón, una zarzuela titulada “Gregorito”, a la que le puso música el maestro José Austria. Al año siguiente, sólo Dios sabe cómo, Pedro Escalante Palma ya luchaba a brazo partido en la capital de la república.

Sus antecedentes de autor teatral en Mérida le abrieron las puertas de las redacciones periodísticas en la Ciudad de México, donde firmaría sus artículos cómicos como Pierrot. Dirigió el periódico de caricaturas El Cómico que salía de los talleres del imparcial de Rafael Reyes Spíndola, y después le mundo cómico.

En Mérida había utilizado el seudónimo el Chistavín que apareció en sus colaboraciones periodísticas de El Álbum Literario (1891-1892) y Pimienta y mostaza (1892-1894).

En memorias del periodista Cirio. B. Ceballos, este asegura que Pedro Escalante Palma “falleció de una manera repentina, en una taberna de arrabal” y que “el periodista Pedro Hagelstein, codueño entonces de un periodiquito titulado Los Sucesos, llevó el cadáver a su redacción situada en los bajos de un edificio en la calle de Ortega, instalando en esas oficinas la cámara ardiente”, y que en la tarde del día siguiente lo llevaron al Panteón de Dolores.

El poeta Jesús Zavala contemporáneo también de Escalante, afirmaba que “Hagelstein encontró el cadáver de Escalante Palma en el anfiteatro del hospital Juárez, y que de ahí lo rescató, consiguiendo que no se hiciera la autopista y que envuelto en una sábana lo depositó en un modesto ataúd que adquirió en el callejón de Balvanera, y luego se le veló en la redacción de Los sucesos”. Agregaba que gracias a la ayuda pecuniaria del periodista Fortunato Herrerías, director de la Gaceta de política se le pudo inhumar con decoro en el Panteón de Dolores.

Y para poner un colofón digno de tanta desventura, cree que años después los restos del autor de Palabra de honor y La cuarta plana “fueron arrojados a la fosa común, pues nadie se volvió acordar de ellos”.

¡Como recuerda este trágico final -apuntó De María y Campos- al que años después tuvieron tres grandes bohemios, inteligentísimos los tres: Othón Robledo, Rafael Vera de Córdova y Pepe D. Frías!.

El teatro siguió su marcha en “El Principal” se supo de la desgracia de Pierrot cuando este dormía ya inmóvil con la inmovilidad pesada de las cosas sin alma, el sueño inalterable de la muerte.

¡Pierrot ha muerto…! ¡Las tandas pueden continuar!...

CD/YC

Únete a nuestro canal de Whatsapp y entérate de las noticias más relevantes del día, artículos de opinión, entretenimiento, tendencias y más.

Notas del día: